El Real Madrid no pasó del empate ante el Villarreal CF en un partido con novedades. La más llamativa en la Cerámica fue el regreso 168 días después de Gareth Bale. Desde el 28 de agosto no jugaba con su club y mostró voluntad de firmar un final de temporada, en su último año de contrato, a la altura de su figura en la historia del club.
Ancelotti elogió la actitud de Bale en los entrenamientos en la víspera del partido y horas después sorprendió apostando por un jugador que hasta la fecha solo ha jugado tres partidos con el Real Madrid, el último el pasado 28 de agosto.
Tras el empate, Ancelotti destacó que Gareth Bale hizo bien todo lo que tenía que hacer y que no había vuelto antes porque debía recuperarse plenamente de su lesión muscular. "Hoy ha mostrado que está comprometido y que puede estar con nosotros", agregó.
El galés jugó de delantero centro, adelantando también al serbio Luka Jovic en el escalafón de Ancelotti que prescindió de su apuesta por Isco Alarcón como 'falso nueve' de los dos últimos partidos. Bale presionó, se lanzó al césped incluso para cortar un contragolpe en una actitud defensiva poco vista, y demostró que siempre está cerca del gol.
Pese a estar falto de ritmo de competición realizó buenos movimientos al espacio para disfrutar de dos ocasiones claras para marcar. La primera se la detuvo Rulli y la segunda la estrelló en el travesaño. Demostró más compromiso del que se auguraba por su falta de minutos, sin contar para 'Carletto' tras comenzar el curso como titular.
Pero la realidad es que al Real Madrid sin Benzema se le hace de noche y su poder goleador se desploma. En los tres últimos partidos sin el francés en el campo, en la derrota ante el Athletic Club en Copa (1-0), el triunfo ante el Granada (1-0) y el empate frente al Villarreal (0-0), los jugadores de Ancelotti marcaron un solo tanto en 48 remates.
Vaya titular. No me extraña que el artículo no esté firmado.