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El gran quebradero de cabeza de Ancelotti ante el PSG

Carlo Ancelotti, en el banquillo del Real Madrid en el Santiago Bernabéu (FOTO: Cordón Press).
ElDesmarque

Nunca en esta temporada el Real Madrid de Carlo Ancelotti acusó tanto la ausencia de Karim Benzema como en sus tres últimos partidos. Hasta 48 remates para lograr un solo gol son un aviso antes de la exigente cita europea del Parque de los Príncipes frente a un PSG que exhibe una gran mejoría defensiva: ni un solo gol encajado en los cinco últimos partidos en su estadio.

La presencia de Benzema en París es el quebradero de cabeza de Carlo Ancelotti que ha probado con distintas variantes ante el reto imposible de no añorar la figura del delantero francés. El máximo goleador madridista será duda hasta el último momento, un dilema que solamente él podrá resolver según sus sensaciones. Jugar sin estar al cien por cien con riesgo de agravar para más tiempo un problema muscular o reservarse renunciando a una cita que nadie quiere perderse. Uno de los partidos de la temporada.

Lo cierto es que hasta esta fase reciente de partidos de los que Karim se ausentó por una pequeña rotura muscular en los isquiotibiales de su pierna izquierda, su equipo había sobrellevado bien sus ausencias puntuales. El brasileño Vinícius se echó el equipo a sus espaldas en el Martínez Valero y firmó un doblete ante el Elche en Liga (1-2), el equipo se unió para tumbar al Inter de Milán en el Santiago Bernabéu y firmar la primera plaza de grupo de la 'Champions' (2-0 con goles de Kroos y Marco Asensio), y solventó sin problemas el estreno copero saldando cuentas con el Alcoyano (1-3).

Pero esos triunfos ya mostraron una sensación preocupante, ningún gol fue marcado por los sustitutos naturales de Benzema. Provocó que ante su baja en los últimos encuentros, Ancelotti inventase un retoque táctico con la entrada de Isco Alarcón como 'falso nueve', buscando su faceta asociativa similar a la de Karim pero renunciando a presencia en el área, y en el último partido el galés Gareth Bale fuese el elegido como delantero centro, atacando los espacios a espaldas de la defensa rival. Las buenas sensaciones no se plasmaron en goles.

Sin Benzama, en los seis partidos de la presente temporada, solo Asensio con tres tantos y Vinícius con dos, asumieron responsabilidad goleadora. Especialmente llamativo el dato de remates y un solo tanto marcado en las tres últimas citas. La eliminación copera en San Mamés dejó siete remates, hasta 24 el triunfo por la mínima ante el Granada y 17 el empate a cero de la Cerámica. 'Carletto' tiene un problema.

"Nos ha faltado acierto en los últimos partidos y algo de suerte. Necesitamos más efectividad", aseguró en rueda de prensa en el estadio de la Cerámica tras probar de inicio con Bale 168 días después de su última aparición y acabar recurriendo sin éxito a Jovic. Ambos se estrellaron en el travesaño en dos acciones que debieron decidir el encuentro.

El París Saint-Germain ha encontrado la solidez defensiva que le faltaba al principio de la temporada y que achacaba a la falta de implicación en la presión a su tridente ofensivo, Mbappé, Messi, Neymar, que sobrecargaban de trabajo al resto del equipo.

En las últimas semanas, Mauricio Pochettino parece haber dado con la tecla para que su equipo deje de ser un coladero y desde el inicio del año solo ha encajado dos goles en siete partidos. En el Parque de los Príncipes encadenan cinco partidos consecutivos sin sacar el balón de su portería, algo que no lograban desde 2016 con Thomas Tuchel en el banquillo.

'Poche' ha cerrado las vías de agua y, si el año pasado el PSG recibía de media un gol por partido, ahora encaja uno cada tres. El equipo se aplica en la presión y en la recuperación, lo que hace pensar en la potencia defensiva que el preparador argentino impuso en el Tottenham, el club al que llevó a la final de la Liga de Campeones.

Los delanteros participan más en el trabajo defensivo y el equipo tiene las líneas más juntas. Los laterales, el marroquí Achraf Hakimi y el portugués Nuno Mendes, suben menos y se ocupan más de guardar la retaguardia.

Carlo Ancelotti, durante el Real Madrid-Sevilla (Foto: Cordon Press).

A ello se suma que Presnel Kimpembe ha elevado el nivel. Considerado el eslabón débil de la zaga a principios de temporada, el internacional francés ha sentido la amenaza de perder la titularidad con el amago de retorno de Sergio Ramos, lo que se ha traducido en una mayor concentración y un rendimiento más acorde con el nivel general, sobre todo con el mostrado por el brasileño Marquinhos, el gran baluarte de la defensa. El examen madridista aumenta su dificultad mientras que Ancelotti cruza los dedos por el regreso de Benzema.

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