Máxima tensión. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y el propietario del París Saint-Germain (PSG), Nasser Al Khelaïfi, se reencontraron este martes, horas antes de la ida de los octavos de final, en uno de los restaurantes más exclusivos de la capital francesa, el Pavillon Ledoyen. La comida apenas ha durado una hora y 20 minutos y Florentino fue el último en llegar.
La cita en sí, que los medios locales auguraban tensa, forma parte del protocolo habitual de los partidos de Champions League, según el cual el anfitrión agasaja al visitante con una comida o una cena, pero su cara a cara ha cobrado una relevancia especial dado el interés de ambos por Kylian Mbappé.
El Pavillon Ledoyen, un restaurante de tres estrellas Michelin dirigido por el chef Yannick Alléno, se encuentra cerca de la Avenida de los Campos Elíseos y de la Plaza de Concorde.
Fue el mismo lugar en el que los dos dirigentes se reunieron en octubre de 2015, la víspera de un partido que en aquella ocasión acabó con empate a cero. Pérez, de 74 años, no hizo declaraciones a la prensa a su llegada ni a su salida.
No parece que vayan a trascender detalles de su conversación, pero nadie duda de que entre plato y plato acabará figurando Mbappé, cuyo contrato expira al término de esta temporada y que desde este enero es libre de negociar con otros clubes.
Hay otros temas de roce entre ambos. Florentino Pérez es el máximo impulsor de la Superliga, con la que desafía a la UEFA para crear una nueva competición que aglutine a los mejores de Europa, un proyecto al que no se sumó Al Khelaïfi.
El catarí renegó enseguida de ese proyecto, quizá porque su país organiza en unos meses el Mundial. Como premio, fue elegido al frente de la asociación de clubes.
Ese motivo y la incógnita por Mbappé han tensado sus relaciones. El PSG acusa al Madrid de azuzar las ansias del jugador de cambiar de aires, un duelo que alcanzó su máxima dimensión este verano, cuando el Madrid presionó para hacerse con el delantero.
No lo logró porque Al Khelaïfi rechazó una oferta de 180 millones de euros por el año de contrato que le quedaba, convencido de que aún tiene opciones de renovar a su estrella. Pérez guarda silencio al respecto desde entonces, pero muchos observadores sostienen que ya tiene atado a un jugador que nunca ha ocultado que su sueño es jugar en el Madrid.
El diario L'Équipe, que habla incluso de "guerra fría" entre ambos, recordó este lunes que no ayudó a acercar posturas las críticas contra Pérez de Leonardo, el director deportivo del PSG, que le reprochó hablar en verano de Mbappé con la aparente certeza de que fuera a ser suyo.