El Real Madrid ha jugado un Clásico desastroso, hay pocas dudas de ello. Carlo Ancelotti se equivocó en todas sus decisiones y el FC Barcelona le pasó por encima. El líder del cuadro blaugrana fue Aubameyang, que aún así pudo cambiar el partido mucho antes.
Y es que con 0-0 en el marcador, en el tramo inicial del partido, el gabonés hizo una entrada durísima a Toni Kroos. Un balón dividido y un plantillazo en la tibia al alemán que no se tradujo ni siquiera en tarjeta amarilla. El VAR no consideró que la acción mereciera revisión y se libró de una expulsión que hubiera cambiado por completo el Clásico.
A llorar a la llorería