Florentino Pérez no se equivocó con su fichaje: ¡No para de meter golazos!

El Real Madrid ha demostrado a lo largo de su historia tener buen olfato para encontrar las estrellas que dominarán el fútbol mundial. Florentino Pérez no suele equivocarse a la hora de ficharles y el último en llegar no ha parado de crecer desde su llegada, algo con lo que la directiva blanca se frota las manos.

A pesar de no ser un jugador indiscutible en el Real Madrid, Eduardo Camavinga sigue demostrando su calidad, juventud y desparpajo. El joven francés de 19 años ya no brilla sólo por su gran poder de recuperación de balón y conducción, sino que además no para de crecer a la hora de encarar y tirar a puerta.

Florentino Pérez, enamorado del francés

Camavinga tuvo el mejor inicio de temporada que puede tener cualquier futbolista: marcar gol delante de todo el Santiago Bernabéu, algo que enamoró al aficionado madridista. Desde entonces, el centrocampista no ha gozado de los minutos que le gustaría ya que tan sólo ha jugado 718 minutos desde que viste la camiseta blanca.

Sin embargo, el francés no ha perdido la ilusión y menos ha tirado la toalla para seguir peleando y haciendo galones para que Ancelotti deposite más confianza en él. No es fácil arrebatar la titularidad a los tres que juegan en el medio (Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric), aunque poco a poco sus actuaciones, en las pocas oportunidades que le brindan, han encandilado al madridismo.

Sus últimos recitales en los partidos frente a la Real Sociedad y al PSG muestran la polivalencia que está desarrollando. Por un lado, en su partido frente a la Real Sociedad pudimos ver al Camavinga en su faceta goleadora. El francés sorprendió a la zaga txuri-urdina con un zapatazo al que Remiro solo pudo seguir con la mirada.

En su partido contra el equipo francés, Camavinga demostró su faceta más asociativa, recuperando y repartiendo balones, algo que desesperaba aún más a los parisinos al sentirse superados por el Real Madrid.

Camavinga brilla con la sub-21 francesa

Este jueves, Eduardo Camavinga volvió a demostrar que su zurda tiene mucho peligro si le dejan huecos. El centrocampista brilló con la sub-21 de la selección francesa ante las Islas Feroe para la clasificación al Europeo. El madridista logró abrir el marcador con otro zapatazo, esta vez raso y potente al palo corto del portero.

Está claro que Camavinga está demostrando ser uno de esos jugadores diferentes que no le pesa la camiseta para intentar hacer cosas diferentes. Sus números le avalan como un diamante en bruto y el Real Madrid debe otorgarle más minutos en este último tramo de temporada. Su estilo de juego sigue creciendo y ya no sólo destaca por su dominio del balón sino por la capacidad goleadora que está empezando a fortalecer.