De la apuesta de Carlo Ancelotti, la única duda por despejar entre el uruguayo Fede Valverde o el brasileño Rodrygo en racha goleadora, se definirá el sistema de juego del Real Madrid tras la advertencia en plena locura del Etihad, donde naufragó con su habitual 4-3-3, y se armó cuando metió un cuarto centrocampista.
Es la gran incógnita de un once de gala que perderá la jerarquía de David Alaba en el centro de la zaga. Forzó en el Etihad y las consecuencias fueron peores. Una recaída de una lesión muscular que prácticamente descarta al austriaco para la vuelta de las semifinales. Turno para Nacho, el eterno 'comodín' al que siempre recurrir por un técnico madridista.
Y jugará su partido 37 en la temporada. Números altos para un jugador que siempre parte de suplente y que nunca tuvo continuidad en una demarcación. Nacho jugó de central, su demarcación predilecta, pero además solventó los problemas de la banda derecha cuando hizo falta y hasta de la izquierda.
Sufrió en un partido para el olvido, el clásico, sin encontrar la manera de frenar a Dembélé. También lo hizo en el centro de la defensa ante el Chelsea, cubriendo la baja de Militao por sanción. Dos partidos grandes de los que salió mal parado. Su primer desquite llegó en el partido que defitinivamente sentenció LaLiga Santander y enterró cualquier atisbo de resurrección, en el Ramón Sánchez-Pizjuan, apareciendo los últimos minutos de lateral derecho y marcando un tanto clave.
Sin minutos en el Etihad, la vuelta en el Santiago Bernabéu ante el Manchester City, el reto de poner freno a la racha goleadora del brasileño Gabriel Jesus ante el Real Madrid, las apariciones al espacio de Kevin de Bruyen que tanto dañaron en la ida, representan un gran desafío para Nacho.
La necesidad de remontar un tanto de desventaja, el ambiente de noche mágica europea que se respirará en el Bernabéu donde el dibujo 4-3-3 no ha sido negociable para Ancelotti, invita a pensar en una salida a por el partido del Real Madrid con Rodrygo titular.
El brasileño llega a la cita en su mejor momento de la temporada, decisivo ante el Chelsea y el Sevilla con su aparición con gol desde el banquillo, autor del doblete que ponía el broche a LaLiga Santander en la primera oportunidad matemática de proclamarse campeón. Cuatro goles en sus cuatro últimos partidos. Un idilio siempre especial con la 'Champions'.
Pero los diez primeros minutos del Etihad marcaron la eliminatoria. La valentía de Ancelotti para admitir un intercambio de golpes a Pep Guardiola, le jugó una mala pasada. Dos goles tempraneros y una semifinal siempre a remolque en la que tuvo que levantarse hasta en tres ocasiones para llegar con vida al Bernabéu.
Fede Valverde descansó ante el Espanyol y es una seña de que Ancelotti quiere las piernas del uruguayo frescas para la batalla. Su despliegue físico se perfila tan importante como el equilibrio que debe aportar el regreso de Casemiro al mediocentro, el cerebro del juego Toni Kroos o la magia entre líneas de Luka Modric.
La presencia de un cuarto centrocampista resta presencia ofensiva de un Real Madrid que necesita goles, pero por otro lado aumenta las opciones de que la eliminatoria llegue con vida hasta el último momento. Un tanto del City sería prácticamente decisivo a falta de otro milagro, como el de octavos de final frente al PSG. Quien marque primero mostrará el desenlace del camino a la final de París.
El Real Madrid ha perdido tres de sus cinco partidos de las eliminatorias. Si equipara el número de victorias y levanta el tanto de desventaja de la ida, lograría volver a una final de 'Champions' cuatro años después. La última cerró un ciclo de gloria en Kiev en 2018, la tercera consecutiva, ganador de cuatro ediciones en cinco años. Desde entonces dos eliminaciones en octavos de final, ante Ajax y Manchester City), y una en semifinales, la pasada edición con el Chelsea que posteriormente se proclamó campeón.
Aseguró siempre la presencia de Carlo Ancelotti las semifinales de Liga de Campeones para el Real Madrid. Ganador en su primer año en el banquillo blanco de la décima y eliminado en su segundo curso por el Juventus a puertas de la final. Certificado el objetivo de su regreso, la conquista de la Liga que faltaba en su historial de las cinco grandes de Europa, el técnico quiere alcanzar el sobresaliente en la temporada.
Es, junto a Bob Paisley y Zinedine Zidane, el entrenador que más veces ganó la Copa de Europa. Lograr la cuarta es el nuevo reto que se ha marcado. Para optar a ella tendrá que superar el escollo de Pep Guardiola y la dura batalla táctica que le espera sobre el tapete.
Hasta en cinco ocasiones salió vencedor Pep del duelo, que logró vengar en el Etihad el único enfrentamiento de semifinales, por entonces técnico del Bayern Múnich, arrasado por 'Carletto' en una eliminatoria con un global de 5-0 para el Real Madrid. Pero su tarea no ha acabado. Le espera el misticismo de un Santiago Bernabéu, dispuesto para crear la atmósfera especial para una nueva remontada.