Aurélien Tchouaméni ha caído de pie en el Real Madrid. Cuando hace unos meses Florentino Pérez pagaba 80 millones de euros por él a mucho les cogió por sorpresa y a otros les parecía de demasiado, Ahora, tras la venta de Casemiro al Manchester United y el rendimiento del francés, ya nadie duda de que Florentino Pérez volvió a acertar.
Pero más allá de su rendimiento inmediato con el que Tchouaméni está enamorando al madridismo, hay que resaltar otros aspectos. Uno de ellos, por ejemplo, lo puedes ver en el vídeo superior: el futbolista ha empapelado el gimnasio de su casa con fotos de leyendas blancas. Un gesto brutal que los aficionados blancos no han pasado por alto.
Este sábado, en la puesta de largo del equipo de Ancelotti en el Santiago Bernabéu, nadie se acordó de Casemiro y eso es mucho decir sobre una figura como la del brasileño que ha marcado la historia reciente repleta de títulos del Real Madrid. Pero es que a Tchouaméni no solo no le pesa el escudo y la historia de la camiseta blanca, sino que impone un físico y unas condiciones que provocaron los aplausos de sus nuevos aficionados desde el primer día.
El francés acabó siendo el jugador con mejor puntuación del partido según las estadísticas, reconocido como el mejor de la cita por LaLiga. Fue el que más balón tocó en todo el Real Madrid, con un 89% de acierto en el pase. Exhibición de poderío en el juego aéreo, ganando los seis duelos en los que estuvo, uno de ellos para acariciar el gol con un testarazo tras córner que provocó la parada del partido de Rui Silva.
Aún con margen de mejora en el balance defensivo, con las coberturas que realizaba Casemiro a sus compañeros, pero mejorando al brasileño de medio campo hacia adelante. Buena visión en el pase, habilidad en el regate y llegada.
Tchouaméni Aterrizó de pie en el Bernabéu, sintiendo el calor de su nueva afición desde el primer instante y respondiendo con un nivel sobresaliente a la responsabilidad que encara al mando del campeón de Europa con apenas 22 años.