El Real Madrid ha logrado un empate sobre la bocina en Varsovia. Un punto ante el Shakhtar Donetsk que, a la postre, es clave de cara a la siguiente jornada de la UEFA Champions League, en la que podrá certificar su liderato de grupo ante el Leipzig, y que se ha conseguido en la última jugada del encuentro gracias a Antonio Rüdiger.
El alemán se ha partido la cabeza para anotar el empate. Literalmente. Llegaba el reloj al minuto 95' cuando Toni Kroos puso un centro con música al corazón del área. El central estaba ya como '9' y remató de cabeza, libre de marca. Lo que no esperaba es que milésimas de segundo después se iba a llevar un golpe durísimo de Trubin, portero local.
Rüdiger ni siquiera celebró el gol. No estaba ni mirando a la portería mientras el balón tocaba en el palo y superaba la línea de cal. En el siguiente plano, ya tenía la cara totalmente ensangrentada. Y en la repetición se aprecia que Trubin se lo lleva por delante y le golpea en la cabeza con el hombro, para que el propio Rüdiger se choque con el césped en la misma caída.
El central, con mucha sangra, fue atendido por los médicos, al igual que el portero, de manera inmediata. No hubo ni celebración. De hecho, el partido se reanudó durante 1 minuto más y Antonio ya se había marchado a los vestuarios para que los médicos le examinaran.
Según informaron en Movistar posteriormente, Rüdiger ha recibido 20 puntos de sutura en la cabeza tras este fuerte golpe.