Ancelotti le pide que no se vaya porque el Real Madrid cae en picado si no está, el problema es que tiene ofertas mejores

Carlo Ancelotti cruza los dedos y reza para que Luka Modric no se marche a ninguna parte. Por muy veterano que sea, espera seguir manteniéndolo en la plantilla, ya que cree que es fundamental y esencial en el Real Madrid. Cuando está fino, el juego del equipo es mucho más fluido, y cuando no está o tiene un mal partido, todo cuesta mucho más. Es el cerebro, el motor y el termómetro del actual campeón de Europa, y nadie diría que tiene 37 años si no mira su DNI.

El técnico italiano está convencido de que todavía le quedan una o dos campañas más en la élite, y por eso presiona a Florentino Pérez para que se asegure su continuidad. Su renovación es un asunto prioritario para ‘Carletto’, como desvelan en el portal ‘Defensa Central’, y quiere que dejen todo encarrilado lo antes posible. El problema es que ahora mismo el futbolista no tiene nada claro su futuro, y por ahora no ha tomado una decisión, ni ha meditado sobre el tema.

Está plenamente concentrado en el Mundial de Qatar, que será la última cita que dispute con su selección, y después quiere acabar la campaña de la mejor manera posible, ganando títulos. Después ya tendrá tiempo para pensar si quiere seguir en el Santiago Bernabéu, o si opta por despedirse después de más de una década defendiendo el escudo. Su retirada no puede descartarse, aunque aún se le ve capacitado para aguantar un poco más.

No obstante, el mismo medio explica que Modric también ha recibido ofertas de otros equipos que le pondrían sobre la mesa un contrato muy suculento. En especial, en la Premier League es donde tiene más admiradores, y podría regresar a una competición que ya disputó en su paso por el Tottenham Hotspur. Le pagarían más de lo que cobra ahora mismo en el Madrid, y de lo que le ofrecería Florentino Pérez para que se quedara, lo que puede hacerle dudar.

Por eso Ancelotti quiere hablar personalmente con Luka e insistirá todo lo que haga falta para quitarle de la cabeza sus planes de marcharse.