Xavi Hernández es ahora entrenador del FC Barcelona. Sabio de este oficio en su etapa de jugador, fue campeón de todo. De LaLiga Santander, de Europa, del mundo con la selección. Rey de la manija. En un café privado, seguro reconocería el show que brindó Toni Kroos enfrente de los suyos con el Real Madrid. Es su rival, pero los grandes como Xavi, son futboleros de verdad y en la banda vio un recital descomunal de un futbolista que actúa en la zona que fue de su influencia. Xavi comprobó a la media hora que si Kroos afina, el Madrid tenía medio Clásico en el bolsillo.
Kroos trazó el círculo perfecto. Fusionó el éxito en estadísticas y la percepción del buen juego. Robó balones, hizo diagonales de ensueño buscando a Carvajal, y en esa faceta de jugar delante de los dos centrales -Militao y Alaba-, sacó el balón con una elegancia innata y por ejemplo en el primer gol, dio un balón de oro a Vinicius, que acabo en gol de Benzema.
Motor alemán. Kroos fundió él solo a Busquets, a Pedri y a De Jong. Con una actuación modélica, de diez puntos. Si a ese factor se une el corazón, el empuje, la energía de Fede Valverde, el Clásico se inclinó enseguida a favor del Real Madrid. Valverde ha convertido su juego en un clon estético de Steven Gerrard, el mítico pelotero del Liverpool, 'todocampista' de vocación y líder de un equipo que paseó el nombre de Anfield por el mundo entero. Valverde es la prolongación de Gerrard en el 2022. Parece que sigue jugando el capitán del Liverpool con otro nombre. El uruguayo va camino de ser un futbolista de verdad, de esos que al menos están diez años en el Real Madrid.
Sólo el FC Barcelona pudo ser algo reconocible un rato con los tres cambios, con la entrada de Ansu Fati, de Gavi y de Ferran, protagonistas del gol azulgrana, fruto de la garra, del coraje de un robo de balón de Gavi y una conducción con criterio de Ansu Fati. Es lo único potable que se lleva Xavi del estadio Bernabéu.
Joan Laporta y el FC Barcelona tienen deberes. Busquets, Balde, Raphinha y Démbelé no acabaron el partido. No hubo noticias de ellos. Ni tampoco de Lewandowski, activo y peleón, pero sin finura arriba y siendo víctima de un marcaje impecable de Militao. El FC Barcelona está en transición. Y encima, el Madrid se encuentra con el granero lleno de puntos, antes de irse al Mundial de Qatar. El plan de Ancelotti se va a cumplir