La salida de Isco Alarcón del Sevilla ha sido uno de los grandes bombazos que ha sacudido al fútbol español en los últimos días. Tras una fuerte discusión entre jugador y directiva, el malagueño ha puesto punto y final a una relación que apenas ha llegado a los cuatro meses. Por ello, el fracaso de este fichaje ha llegado a las oficinas del Real Madrid, dónde nadie se ha extrañado de este desenlace tan repentino.
Isco destacaba por su magia con el balón y su capacidad de deshacerse de los rivales con una facilidad deslumbrante. El centrocampista fue poco a poco dando motivos para tener un hueco en la titularidad en la época dorada del Real Madrid con las famosas tres Champions consecutivas. Sin embargo, el malagueño fue dejando la sensación con el paso de los años que su fútbol tenía fecha de caducidad.
Desde 2019, el futbolista se fue borrando del equipo, cuestionado por Zinedine Zidane y sin prácticamente oportunidades de jugar. Su estado físico dejaba mucho que desear y paso a ser un jugador totalmente irrelevante para la plantilla.
Más adelante, la llegada de Ancelotti suponía un nueva oportunidad de resurgir en el Real Madrid ya que su primer atapa como madridista la pasó con el técnico italiano en el banquillo. Sin embargo, correría la misma suerte con una suplencia que se alargó un año más hasta que terminó contrato y Florentino Pérez le enseñó la puerta de salida.
Su llegada a Sevilla vino de la mano de Julen Lopetegui, quién tuvo fe ciega en él cuando compartieron vivencias en el Real Madrid años atrás. Isco volvía a gozar de los minutos que tanto pedía en el club blanco pero el paso del tiempo hizo que el equipo hispalense diera la razón al club merengue.
Apenas aportaba al equipo y su peso en los partidos era bastante discreto. Con un gol y tres asistencias en 19 partidos, Isco Alarcón decidió salir del Sevilla ante la salida de Julen y a Monchi no le tembló el pulso para desprenderse de él pese a haberle firmado cuatro meses atrás.
De esta forma, el jugador vuelve a salir por la puerta de atrás y siendo una decepción de fichaje para el club andaluz. El Real Madrid ya avecinaba este final y este capítulo demuestra que ni entrenadores ni presidente se equivocaban al dejarle ir.