El Real Madrid ha conseguido desquitarse de parte de la presión que persigue al conjunto de Carlo Ancelotti en los últimos partidos. A pesar de la goleada en la ida de Champions League frente al Liverpool, el cuadro blanco ofreció bastantes dudas, sobre todo en ataque, en el Clásico de Copa frente al Barcelona y en el último de LaLiga frente al Real Betis.
Y lo hizo si su máxima figura en la delantera del Real Madrid. Benzema no pudo estar en el encuentro por lesión y Ancelotti decidió contar con Rodrygo para cubrir la plaza del '9'. No fue el mejor partido del brasileño, pero sí lo fue de Vinicius, que en una genialidad suya consiguió igualar el tanto inicial de Joselu.
El 1-1 llegó en el 22', en un balón que el atacante brasileño recibió pegado a la banda, se mete hasta el área, caracolea y busca el disparo con la derecha para terminar perforando la portería de Pacheco.
La reacción siguió y el Real Madrid consiguió voltear el marcador en el 39'. Llegó en un centro perfecto por la derecha de Tchouameni con el exterior que recogió en el segundo palo Militao para enviarlo al fondo de la red con un testarazo incontestable.
En la segunda mitad, Ancelotti intentó imprimir una velocidad más con la entrada de hombres como Asensio y Ceballos. También de dar aire a su defensa con Rudiger. Pero no fue hasta el tiempo de añadido cuando el cuadro blanco, precisamente en las botas de Asensio, encontró el 3-1 tras una gran conducción de Nacho.