Las negociaciones entre Luka Modric y Florentino Pérez no están yendo por el camino previsto. Las posturas se mantienen alejadas, y en estos momentos pensar en un posible acuerdo parece complicado. De modo que su salida del Real Madrid en el mes de junio, cuando expira su actual contrato, es más probable que nunca, sobre todo a raíz de escuchar las últimas informaciones, que sugieren que la buena relación que existía hasta ahora se está agrietando.
Hay dudas, y razonables, con el centrocampista croata en el Santiago Bernabéu. Porque ha dejado de ser intocable para Carlo Ancelotti, aunque sigue siendo titular habitual, y sus actuaciones no son tan destacadas como antaño. Ha entrado en una fase de irregularidad que merece ser considerada como preocupante, y no es extraño que en más de un encuentro pase totalmente desapercibido, o se le vea apurado de gasolina en la recta final.
Una cosa que, por otra parte, es comprensible, si valoramos el hecho de que ya tenga 37 años. Esto es lo que hace dudar al presidente a la hora de meditar si merece la pena ofrecerle un nuevo vínculo al ex del Tottenham Hotspur y del Dinamo de Zagreb, que es uno de los líderes y de los pesos pesados del vestuario, o si por el contrario lo mejor es fichar a un galáctico para sucederle, con Jude Bellingham, del Borussia Dortmund, como candidato número 1.
Como han adelantado en exclusiva desde el diario ‘Sport’, a Modric no le está haciendo ni pizca de gracia el hecho de que las conversaciones finales con el Madrid se estén demorando tanto, y todavía no haya programada ninguna reunión para firmar la sentencia. Tiene prisa por resolver su futuro, ya que tiene otras propuestas encima de la mesa. Pero Florentino Pérez no se ha mostrado preocupado al respecto, y se mantiene firme: no tomará una decisión definitiva hasta finales de abril o mayo.
Tiene muchos asuntos pendientes, y otros vínculos por renovar. Así que el ‘10’ no es una prioridad. Aparte, tan solo le ofrecería un nuevo vínculo a Luka en caso de que aceptara una rebaja considerable en su salario, algo que no parece estar dispuesto a aceptar.