Carlo Ancelotti siempre ha hablado maravillas de Dani Ceballos cuando ha tenido la oportunidad de hacerlo. Asegura que es un jugador increíble y que tiene todo lo necesario para triunfar en el Real Madrid, y que le valora mucho, tanto por sus cualidades como por su actitud. Por ello no quiso que Florentino Pérez se desprendiera de él durante el pasado verano, ni tampoco en el mes de enero, pese a que recibieran ofertas interesantes.
El centrocampista sevillano, por su parte, llegó a plantearse muy seriamente abandonar el Santiago Bernabéu para mudarse a otra escuadra que sí le garantizara un rol principal. Especialmente en invierno, donde se habló con insistencia de su regreso a las filas del Real Betis Balompié. Pero nuevamente intervino la figura del entrenador transalpino, que le suplicó que se quedara en el Santiago Bernabéu, y le prometió más minutos. Algo que cumplió en las siguientes semanas.
Y es que el ex del Arsenal se convirtió en uno de los habituales, y aprovechó el mal momento de Luka Modric para asentarse en los esquemas, mostrando un nivel excepcional, y ganándose que la hinchada coreara su nombre. Todo parecía ir sobre ruedas, y Florentino Pérez estaba preparando una propuesta de ampliación, que iba a ser aceptada al instante por el crack de 26 años. Hasta que las cosas cambiaron por completo y de forma radical.
De la noche a la mañana, y sin previo aviso, Ceballos ha desaparecido del mapa. Cuesta entender los motivos que han llevado a Ancelotti a prescindir del ‘19’, que ha sido suplente en todos los encuentros importantes, y también en los menos trascendentes, siendo relegado al ostracismo. Y salvo sorpresa mayúscula, en el Clásico de hoy contra el Barça nuevamente deberá de conformarse con comenzar desde el banquillo. Lógico, por tanto, que esté deseando irse.
Dani se siente engañado y traicionado, y ahora mismo está más cerca de firmar por otro club que de seguir en el Madrid, donde queda libre de todo compromiso en pocos meses.