Thibaut Courtois ha armado un pequeño lío en la concentración de Bélgica. El meta está muy enfadado por no ser el capitán de la selección ante la ausencia de Kevin de Bruyne, lesionado. El jugador del Real Madrid confiaba en que ese brazalete sería para él en los siguientes partidos, pero finalmente lo han repartido entre Lukaku y él, uno cada encuentro, y esto ha provocado que el portero, directamente, no se presente en el hotel.
Así lo asegura el diario The Telegraaf, que recuerda que Courtois estaba muy enfadado con la actitud de sus compañeros tras el empate de su selección en el duelo ante Austria. En ese partido se había acordado que Lukaku sería el capitán, mientras que Courtois portaría el brazalete en el próximo ante Estonia. Algo que finalmente, salvo sorpresa, no sucederá.
Y es que Courtois no se presentó el domingo por la noche en la concentración de Bélgica. Según señala el mismo medio, todo apunta a que la versión oficial que dará la Federación belga será la de una lesión, ya que el meta se hizo algo de daño en el duelo ante Austria, pero la realidad sería que el madridista se ha plantado por este enfado.
Bélgica jugará ante Estonia este mismo martes y todo apunta a que Courtois no estará bajo palos y ni siquiera en la convocatoria en un partido que corresponde a la fase de clasificación para la Eurocopa de 2024.
Pobrecito, se ha enfadado...