La construcción del nuevo Santiago Bernabéu está comenzado su etapa final. A falta de que el Real Madrid ultime detalles como la controversia con los parkings y el nuevo césped, entre otras cosas, sin duda la novedad más llamativa que asombra a todo el mundo es el techo retráctil, una innovación que garantiza a aficionados y equipos disfrutar de las mejores condiciones sin que los condicionantes meteorológicos perjudiquen la calidad del juego. Sin embargo, la competición es quien marca la decisión de cubrir o no el estadio.
Hasta ahora, el club blanco solo ha disputado partidos en el campeonato doméstico, algo que le ha permitido libertad absoluta para decidir qué hacer con el techo. Por ello, se ha pedido observar cómo se han tomado las dos opciones en los dos únicos partidos que se han jugado en el feudo blanco.
En el primer encuentro como local, el Real Madrid decidió cubrir el campo ante el Getafe por las fuertes lluvias que acechaban aquella semana y aprovechar el estreno del estadio para asombrar a los más de 70 mil espectadores que se encontraban allí. Sin embargo, el pasado domingo frente a la Real Sociedad decidieron dejar el estadio sin techar para dejar visibilidad a la noche de Madrid con el cielo parcialmente despejado.
La única normativa que impone LaLiga es que, una vez tomen los de Chamartín la decisión de abrir o cerrar el techo, no podrán cambiarlo en el trascurso del partido. Es decir, el estadio se mantendrá igual de principio a fin por mucho que cambien las condiciones climáticas.
La cosa cambia cuando se trata de un partido de competición europea. La UEFA recoge esta cuestión en el artículo 32 de su normativa y establece que "el delegado de partidos de la UEFA, tras consultar con el árbitro, es quien decide si el techo retráctil del estadio estará abierto o cerrado durante el partido". Aún así, la primera decisión que tomaría en una primera reunión podría cambiar antes de que arranque el partido.
Otra contradicción con LaLiga es que la UEFA sí permite que el techo pueda cambiar en el descanso por decisión del árbitro de campo siempre y cuando "el tiempo empeore gravemente". Por lo tanto, el club blanco no tiene ningún poder en la toma de decisiones en su propio estadio.
Este miércoles el Real Madrid estrenará su nuevo templo en su competición fetiche. La primera jornada será en casa frente al Unión Berlín y, desde entonces, el Santiago Bernabéu entrará en una nueva dimensión para ser parte de las mágicas noches europeas que tanto engrandecen a los merengues. Veremos si es techado o no la primera experiencia.