Sergio Ramos, MVP contra el Real Madrid: guerra en el campo y 'amigos para siempre' fuera

Los focos en el Sevilla-Real Madrid estaban puestos en Sergio Ramos desde antes de arrancar el duelo. El primer partido del sevillano ante el equipo donde jugó 16 años tuvo de todo, y fue uno de los mejores de un encuentro en el que pasó de las numerosas peleas durante el mismo hasta acabar entre abrazos con excompañeros y algunos que no lo fueron como Antonio Rüdiger.

Y es que el fútbol tiene esto. Pocos dudaban de que Ramos y Rüdiger iban a acabar chocando durante un encuentro tan tenso como el del Sánchez Pizjuán y así fue. Después de sus agarrones y topetazos a balón parado, los dos terminaron encarados tras una jugada en la que el sevillista golpeó a Bellingham en un córner.

El alemán fue a por el camero y este le terminó pellizcando en los mofletes antes de que el madridista se riera en su cara. Un pique tras el que siguieron retándose pero todo acabó con el pitido final y ambos se fundieron en un abrazo demostrando que lo que pasa en el campo, se queda allí.

También se encaró Sergio Ramos con David Alaba o Vinicius en algunos momentos e incluso bromeó tocándole la cara a Dani Carvajal. Todo en medio de una descomunal actuación defensiva del veterano central, que impidió al Real Madrid marcar más goles incluso sacando un tanto de Alaba bajo palos.

De la tensión a los abrazos de Sergio Ramos con sus excompañeros

Tras toda la tensión llegó el momento más especial del verdadero reencuentro con sus excompañeros. Ramos saludó a todos aquellos con los que había tenido piques durante el encuentro y especiales fueron sus abrazos con Carlo Ancelotti y Luka Modric.

No fueron los únicos ya que, tal y como informa El Mundo, el excapitán blanco se pasó 45 minutos en el vestuario del Real Madrid compartiendo un tiempo con muchos compañeros de una de las páginas más brillantes de la historia merengue. "Me ha encantado verle y saludarle. Le deseo lo mejor", declaró un Carlo Ancelotti que recordó esta semana el gol del defensa en la final de Champions 2014, sin el que el italiano "no estaría aquí".