El partido gris de Brahim Díaz en Vallecas ante el Rayo Vallecano, en el que repitió titularidad gracias a su brillante actuación ante el Leipzig, en octavos de final de la Liga de Campeones, alimenta la condición de revulsivo de un jugador cuyo rendimiento se aleja de ese papel y que ha marcado este curso siete de sus ocho goles como titular.
La baja de Jude Bellingham por su lesión de tobillo ha dado más continuidad a Brahim y la oportunidad repetida de brillar. El malagueño es el elegido por Carlo Ancellotti para jugar en la misma demarcación que el inglés, la gran sensación de la temporada con sus 20 tantos en 29 partidos. De esta manera, el técnico italiano no se ve obligado a modificar el sistema 4-4-2 por el que apuesta esta temporada.
La línea ascendente de Brahim y la falta de puntería de Rodrygo (un gol en sus ocho últimos encuentros) ya planteaba un debate sobre ambos para Ancelotti, con fe ciega en el brasileño, al que considera titular indiscutible en el ataque madridista.
Sin embargo, los números de Brahim, que ha sido titular en el 44,8% de los partidos del Real Madrid desde su regreso al club esta temporada, muestran un mayor rendimiento como titular que entrando a los partidos desde el banquillo. Siete de sus ocho goles llegaron iniciando el encuentro y sus tres asistencias las dio como titular.
A Brahim le costó ganarse la confianza de Ancelotti. En los primeros partidos de la temporada apenas participó. En agosto y septiembre sumó 108 minutos en siete apariciones, con una sola titularidad. Fue en su séptimo partido del curso con la camiseta blanca y lo celebró marcando su primer tanto, a la UD Las Palmas en el Santiago Bernabéu.
No fue hasta noviembre cuando enlazó titularidades. La lesión de hombro de Bellingham lo permitió. En dos de las cuatro de las que disfrutó marcó, al Braga en la 'Champions' y al Granada en LaLiga. Ante el Villarreal repitió gol tras ser titular. También en el estreno en Copa del Rey ante la Arandina.
Y el salto de calidad de Brahim llegó con su tanto en el derbi del Bernabéu ante el Atlético de Madrid, en el que fue elegido a última hora por la lesión de Vinícius Junior en el calentamiento, y que iba a decidir con su tanto hasta un despiste final que le costó el empate al Real Madrid; y especialmente en Alemania con su mejor gol, en una acción al más puro estilo Leo Messi marchándose de rivales y una gran definición con disparo ajustado final.
En total ha participado Brahim en 1.196 minutos repartidos en 29 encuentros tras su vuelta al Real Madrid (el 36,9% de minutos, según datos de BeSoccer para EFE) y solamente uno de sus ocho goles, que le mantienen como quinto máximo artillero de la plantilla madridista, llegó saliendo desde el banquillo. Fue en Riad, en la prórroga de la Supercopa de España ante el Atlético de Madrid.
No es algo nuevo en la carrera de Brahim. Ha sido la tónica habitual desde que dio el salto en Italia. Con el Milan, de sus siete goles en el primer curso, cinco fueron siendo titular. De los cinco marcados en su segundo año, cuatro fueron arrancando el partido. Y la temporada en la que se ganó el regreso al Real Madrid todos sus tantos, siete, los hizo empezando en el once inicial.