Lo ha vuelto a hacer. El Real Madrid está en la final de la Champions League después de remontar ante el Bayern en un partido que terminó con polémica. Un gol anulado a De Ligt en los últimos minutos ha provocado el enfado de los alemanes que no han dudado en criticar al colegiado, Szymon Marciniak.
El linier del partido levantó la bandera y el árbitro señaló el fuera de juego justo en el momento del remate alemán. La pelota acabó en la portería de Lunin y en el Real Madrid aseguran que se pararon tras escuchar el silbato. El colegiado no revisó la acción y anuló el tanto del Bayern.
Tras el partido, De Ligt ha criticado duramente al árbitro, al que señala como culpable de lo ocurrido. "Creo que todos sabemos las reglas, que si no está claro el fuera de juego tienes que dejar jugar. Ha sido una vergüenza. Con el gol de Joselu casi en fuera de juego deja seguir jugando, ¿por qué no con nosotros? Es increíble. No es fácil hablar del árbitro, pero al final lo han merecido", dijo el central holandés.
No sólo eso, sino que además, De Ligt desveló las disculpas del linier por lo ocurrido. "El linier me ha dicho que ha sido un error, que lo sentía", comentó el futbolista. Unas disculpas que no vienen por el fuera de juego, del que todavía no hay imágenes claras, sino de la decisión de levantar la bandera.
La épica del Real Madrid no convence a todos. En el Bayern de Múnich entienden la superioridad blanca pero piensan que podían haber logrado más con otro tipo de decisiones arbitrales. Uno de los más cabreados fue Thomas Tuchel que, tras el encuentro, cargó duramente contra el árbitro.
"Creo que va contra cualquier norma del fútbol moderno lo que ha pasado. El asistente es el primero que se equivoca y levanta la bandera directamente en una situación en la que no podía estar seguro de hacerlo. Hay que tener los huevos, las agallas, de levantar la bandera en una situación así. Es un error importante. Y luego el árbitro, cuando ha visto que ganamos el rebote, toma la decisión de pitar cuando hemos rematado en cinco segundos. Hemos perdido y no hay nada que hacer, pero esto no habría pasado al revés", comentó en rueda de prensa.
Además, Tuchel aceptó las disculpas del linier de Szymon Marciniak, pero le culpe de la derrota. "Aceptamos las disculpas, pero no es el momento de pedir disculpas. Son semifinales de la Champions y no es el momento de cometer esos errores. Los árbitros tienen que estar al máximo nivel, tienen que estar a la altura de lo que hay en juego y no pueden pedir disculpas. Si no son capaces de estar a la altura, no vale con pedir disculpas", dijo en una rueda de prensa en la que se mostró muy enfadado.
Este al menos reconoce "haberse equivocado". Habría que ver a como está el kilo de "equivocación".