Vinicius Júnior marcó el primer gol del partido entre el Real Madrid y la Real Sociedad. El brasileño, siempre en el centro de la polémica, aprovechó un penalti cometido por Sergio Gómez por mano. El txuri urdin extendió el brazo, alargando el codo a una posición que ocupaba espacio extra de manera antinatural, y acabó bloqueando un disparo a portería de Arda Güler. Tras la polémica después de que, antes del parón de selecciones, cuando Kylian Mbappé tirase el penalti del triunfo ante el Real Betis, esta vez fue el brasileño quien ejecutó la primera de las dos penas máximas señaladas sobre el estadio donostiarra. Y su celebración del astro brasileño, que ya se las tuvo con Take Kubo, fue llevarse el dedo índice a los labios en señal de mandar callar al estadio Reale Arena.
La consecución de gestos fue la siguiente: se llevó el dedo al oído, luego mandó callar al estadio, se señaló y después lo hizo al suelo, como diciendo "aquí estoy yo", lanzó el puño en señal de rabia y volvió a señalar el suelo. Después, se besó el escudo del Real Madrid y entonces llegaron sus compañeros para abrazarle. No se sabe si provocación o respuesta, puesto que el jugador fue pitado durante todo el encuentro por el público txuri urdin. Sea como fuere, el gesto se llevó una respuesta clara: otra atronadora pitada del público de la Real Sociedad, que entendió como una falta de respeto el gesto del brasileño.
Estos gestos recuerdan, en cierta medida, a otros como aquel en el que Raúl González Blanco mandó a callar al Camp Nou después de un gran gol en 1999, o el "calma, yo estoy aquí" de Cristiano Ronaldo tras meterle el segundo gol al FC Barcelona en 2012. Sin embargo, el rival es distinto y la tensión del encuentro, completamente diferente.
La reacción de Vinicius tras marcar. #LaCasaDelFútbol #LALIGAEASPORTS pic.twitter.com/1vsyOAO7cc
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) September 14, 2024