Luis Enrique, actual técnico del París Saint Germain y una figura emblemática en la historia reciente del FC Barcelona, ha vuelto a generar titulares con su particular sentido del humor. En una entrevista para la serie 'El nou clam' de la cadena catalana 3Cat, el asturiano reflexionó sobre su trayectoria como jugador y entrenador, así como su vínculo con el Barça, en el contexto de los contenidos especiales por el 125 aniversario del club.
En el último capítulo de esta producción, Luis Enrique protagonizó uno de los momentos más divertidos al responder con ironía sobre la posibilidad de entrenar algún día al Real Madrid, club en el que también jugó durante su carrera. “Creo que no ha habido nadie en la historia que haya sido jugador y entrenador de Barça y Madrid… así que puedo batir un récord. No lo voy a hacer”, comentó entre risas, desatando una mezcla de asombro y carcajadas entre los presentes.
🔴🔵 Luis Enrique té un rècord entre cella i cella. 🙄 Penseu que el complirà? #NouClam3Cat
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— 3Cat (@som3cat) November 21, 2024
El entrenador añadió con tono cómico: “Estaría bien”, antes de matizar rápidamente con un “es broma, es broma” que alivió a los más tensos. El hilarante intercambio incluso llevó a Luis Enrique a tambalearse de la silla, sumando otro momento memorable a la conversación.
Uno de los episodios más impactantes que compartió el asturiano fue el regreso de Luís Figo al Camp Nou vistiendo la camiseta del Real Madrid, tras su polémico fichaje por el eterno rival.
"El partido con más ambiente que viví como jugador en el Camp Nou fue el día que volvió Figo", aseguró el actual técnico del PSG. El asturiano no dudó en describir al portugués como "un hermano" y recordó el impacto de su salida al Madrid: "Era nuestro mejor jugador, y se fue al eterno rival".
Luis Enrique destacó el clima de tensión que se vivió aquel día en el estadio, que se llenó mucho antes de lo habitual. "El Camp Nou solía estar medio vacío media hora antes del inicio. Pero aquel día, 45 minutos antes ya estaba lleno. Cuando salimos a calentar, no nos oíamos entre nosotros", rememoró.
El ambiente era tan electrizante que incluso Luis Enrique comentó a Pep Guardiola que sería imposible perder ese partido. "Había una energía en el estadio que daba hasta miedo. Ese día era como una olla a presión", explicó. El asturiano también recordó el papel de un joven Carles Puyol, quien se encargó de marcar a Figo con una intensidad que definió como la de "una auténtica bestia".