El Real Madrid se ha encontrado con una final mucho antes de lo que hubiese imaginado. El conjunto blanco se mide este martes al Atalanta en Champions en un partido que se ha convertido en decisivo en muchos aspectos. Sólo estamos en el mes de diciembre y Carlo Ancelotti ya tiene su primer match ball de la temporada.
El Real Madrid afronta la novena jornada de la Champions en la vigesimocuarta posición, ocupando la última plaza que da derecho al billete para los playoffs. Una situación dramática que nadie hubiese esperado del vigente campeón de la competición. El partido ante el Atalanta se antoja vital en lo deportivo. Una nueva derrota dejaría muy complicado el pase de los de Carlo Ancelotti para la próxima ronda. Y en frente, el conjunto italiano, que ocupa la quinta posición de la clasificación y que atraviesa un momento dulce. Los de Bérgamo aún no han perdido ni un solo partido, por las tres derrotas que suma ya el conjunto merengue.
Eso sí, el último precedente cayó del lado del Real Madrid. Fue el pasado mes de septiembre, cuando ambos equipos se enfrentaron en la final de la Supercopa de Europa en un partido que significó el primer título de esta temporada para los blancos. Tres meses después, la situación de ambos equipos ha cambiado radicalmente.
Si el Atalanta - Real Madrid es un partido decisivo en lo deportivo, también lo es en lo económico. Aunque la economía del conjunto blanco no está del todo mal si lo comparamos con algunos de sus rivales, cualquier ingreso es bueno. Y la Champions, además de rédito, da mucho dinero.
El Real Madrid ha sumado para sus arcas 4,2 millones de euros gracias a la presente edición de la Champions, pero podrían haber sido 10,5 millones. Aunque pasar a los octavos sin tener que pasar por los playoffs es casi imposible para los de Ancelotti, de conseguirlo se embolsarían 11 millones de euros más. De no hacerlo, solo 1 millón.
En definitiva, el Real Madrid se juega algo más que los tres puntos en el partido de este martes en Bérgamo.