El partido del Real Madrid en casa de Osasuna estuvo cargado de polémica por la actuación de Munuera Montero. El colegiado andaluz expulsó con roja directa a Jude Bellingham y pitó un penalti de Eduardo Camavinga sobre Ante Budimir ante las numerosas protestas de los madridistas, incluyendo a un Dani Carvajal que no daba crédito desde su casa.
Sigue el enfado del club blanco con los arbitrajes que está recibiendo en LALIGA EA Sports y, por tercera semana consecutiva, sienten que los árbitros se están equivocando en contra. En el RCDE Stadium, Muñiz Ruiz no señaló una clara tarjeta roja a Carlos Romero por una entrada por detrás al gemelo de Kylian Mbappé mientras que, en el derbi del Santiago Bernabéu ante el Atlético, Soto Grado señaló un penalti de Tchouaméni sobre Samuel Lino cuando la pelota ya había pasado de ahí.
En el Osasuna-Real Madrid, ya desde el principio llegaron las protestas con un posible penalti no señalado a Vinicius. Carlo Ancelotti llegó a ver la tarjeta amarilla por sus protestas pero lo peor para el conjunto merengue estaba por llegar.
Primero, Munuera Montero le mostró una tarjeta roja directa a Jude Bellingham por algo que le dijo el inglés al árbitro que deberá desvelar el trencilla en su acta. Dani Carvajal, que sigue recuperándose de su lesión, se mostró irónico con una storie en su cuenta de Instagram: "Hoy ha tocado expulsión", junto a un emoji pensativo y dos caras riéndose.
Poco después llegaría una nueva storie del lateral derecho después de que Munuera Montero, tras consultar el VAR, señalara un penalti de Eduardo Camavinga sobre Ante Budimir por un pisotón del francés cuando ya había disparado el croata. En esta ocasión ni siquiera escribió nada de texto y subió dos emojis, de nuevo con la cara pensando y llevándose las manos a la cabeza.