El Real Madrid lo ha vuelto a hacer. Tras lograr la épica en el Metropolitano, esta vez en la tanda de penaltis, los jugadores blancos se acercaron a celebrar el triunfo y el pase a cuartos de final con los madridistas. Fue entonces cuando varios aficionados del Atlético de Madrid lanzaron diferentes objetos a los merengues. Jude Bellingham dejó una de las imágenes más graciosas de la noche, rematando de cabeza una botella de agua que le habían tirado.
El Real Madrid y el Atlético llegaron a la tanda de penaltis. Fue entonces cuando el combinado local eligió la portería del fondo sur para lanzarlos, donde se ubica su grada de animación.
En el otro fondo esperaban y aguardaban los aficionados blancos. Cuando Antonio Rüdiger anotó su penalti, todos los jugadores y cuerpo técnico, con Dani Carvajal incluido, corrieron hasta la zona donde se ubicaban los suyos para celebrar el triunfo. Los aficionados locales que estaban en el fondo norte respondieron con insultos, pitos y lanzamiento de objetos.
Fue entonces cuando se produjo el lanzamiento de una botella de agua que, lejos de apartarse para que no impactara en ninguno de los futbolistas, Jude Bellingham remató de cabeza. Sus compañeros, como Brahim Díaz, rompieron a reír. Rüdiger también dejó una imagen graciosa, haciendo como que toreaba todo aquello que le tiraban.
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El Atlético de Madrid podría enfrentarse ahora a una sanción económica por estos hechos que, lejos de que la reacción de los rivales fuera divertida, contemplaron perfectamente los colegiados del encuentro. Fue precisamente Szymon Marciniak el que insistió a los blancos en que dieran algunos pasos atrás, sin éxito. La seguridad del estadio también trató de frenar estos hechos, que no se detuvieron hasta que los merengues enfilaron el túnel de vestuarios. La celebración continuó con los cánticos "Puto indio el que no bote" o "Cómo no te voy a querer".