El Real Madrid ha comenzado el último partido de la temporada con buenas sensaciones. Los blancos se han adelantado en el marcador con un penalti que tiró Kylian Mbappé para consolidar su candidatura por la Bota de Oro, aunque el Bernabéu quiso que fuera Luka Modric quien ejecutara la pena máxima en su despedida.
El Real Madrid vive una tarde emotiva con el adiós de sus leyendas: Luka Modric y Carlo Ancelotti. Los gestos de cariño no han parado de sucederse en todo el encuentro, desde las pancartas que han lucido en ambos fondos como los cánticos coreando sus nombres cuando el balón ya estaba en juego.
Corría el minuto 36 cuando un jugador de la Real tocó el balón con la mano. En un primer momento, el colegiado Melero López dejó continuar la acción porque creía que el brazo del jugador estaba pegado al cuerpo. Sin embargo, el VAR le instó a acudir al marcador para revisar la jugada. Frente al monitor, el árbitro corrigió su decisión inicial y pitó penalti a favor del Real Madrid.
Kylian Mbappé tomó el balón y se preparó para lanzar la pena máxima. Fue entonces cuando los aficionados presentes en el Santiago Bernabéu pidieron que fuera Luka Modric quien ejecutara el penalti. El croata se mantuvo atrás, ni siquiera cerca del área, respetando que fuera su compañero quien lo hiciera. El delantero francés no ha dudado y ha terminado chutando. Aunque Unai Marrero detuvo en un primer momento, Kylian ha llegado al rebote para enviar el balón dentro de la red.
El delantero merengue se acerca así a la Bota de Oro, el título individual que se disputa con Viktor Gyökeres y Mohamed Salah. A falta de que el egipcio juegue el último encuentro con el Liverpool, todo parece ponerse de cara para que sea Mbappé quien se corone con el galadrón.