El futbolista de Eibar comentó que el partido fue "un poco raro y extraño", explicó que "desde dentro la sensación que tenía es que estaba controlado a pesar de no estar haciendo un buen segundo tiempo", e insistió en que "los dos goles llegaron en dos errores y hay que tratar de corregirlos".
Tras el choque, el vasco se queda "con la sensación de que la segunda parte era tosca y embarullada, propia de un encuentro de Segunda B".
El extremo diestro reconoció que "tres derrotas en nueve partidos son muchas", más si cabe si "nuestro objetivo pasa por ser primeros de grupo y no podemos conceder tantas derrotas".
El ex jugador del Guadalajara comentó además que "nos tomamos un empate como un desastre", pero también reconoció que "hay partidos en los que un empate a domicilio es un buen resultado".