La plantilla del Oviedo se está demostrando una gran madurez. Las excusas no parecen formar parte de su libro de estilo y asumen sus errores con una franqueza extraña en el fútbol. "Era una asignatura pendiente que teníamos", reconoció Quintana, "hemos conseguido dos partidos consecutivos con la puerta a cero y es importante. Hacerlo en esta categoría es sinónimo de de tener un 80% de posibilidades de ganar y más con la gente tenemos nosotros arriba, lo hemos visto porque con dos goles nos ha bastado para sumar los seis últimos puntos".
Los dos últimos resultados han ayudado a que el ánimo de los aficionados cambie y se notó en el encuentro ante el Burgos, "igual que contra el Ferrol, el equipo salió muy enchufado y con mucha intensidad, pudimos marcar antes, el público vio que queríamos y en todo momento sentimos su apoyo y eso es bueno que haya armonía entre la grada y el equipo y estar enchufados arriba hasta el final de la temporada". Para conseguir consolidarse en la cabeza será necesario no fallar en enero: "Son bastantes partidos, enero puede marcar una línea de como irá el resto de temporada, necesitamos el mayor número de puntos y quién sabe si podemos acabar el mes como líderes, pensamos en cada partido y por eso ahora toca intentar ganar al Noja".
El próximo rival es una incógnita. No sabe cuántos jugadores tendrá disponibles para el encuentro, ni como afrontarán el partido. En el vestuario oviedista no hay ningún tipo de confianza: "Van a ser once contra once, por desgracia me he encontrado en esa situación varias veces. Puede ser un arma de doble filo porque te puedes entregar o bien aferrarte a que ganar es la única opción para intentar cobrar, depende de los jugadores que tengas no sabes cómo van a reaccionar. Estoy segurísimo que saldrán a por todo, todos nos quieren ganar".