Si las previsiones del tiempo se mantienen, Galicia podría estar en alerta roja durante el fin de semana y eso obligaría a la suspensión del encuentro. El presidente de los gallegos, Gustavo Falqué, ya ha dado cuenta de la situación a la Federación Gallega, a la española y al propio Oviedo informando de la situación y se espera una decisión definitiva a lo largo de la jornada de hoy.
El terreno de juego de O Vao presenta una gran cantidad de agua y el anuncio de más lluvias para los próximos días hace que sea muy complejo que el campo, que no tiene drenaje, pueda desalojarla por sus medios. Además, la cercanía de la playa también afecta ya que las mareas hacen que el agua no se vaya con la misma regularidad que en otros terrenos.
Si la Xunta o la federación no adoptan una medida preventiva, sería el colegiado del encuentro, el madrileño Sánchez-Seco Otero, el que tome una decisión una vez que comprueba el estado del campo.
La otra alternativa que se puede contemplar es trasladar el encuentro a otro campo. Las instalaciones que utiliza el Celta B, en Barreiro, pueden ser el escenario del encuentro ya que se han visto menos afectadas por el temporal y además el filial celeste ni tiene partido en casa este fin de semana.