Robert Robles enseña sus cartas
Él no duda de su preparación, pero también mantiene la calma porque sabe que su objetivo final requiere tiempo: “Nos llevaría tiempo implantar la idea que queremos, pero hay que ser inteligentes, trasladar tus ideas sin trastocar al futbolista mentalmente”. Nadie puede huir de la obligación final que es “competir cada domingo y sacar sus mejores virtudes intentando que el juego colectivo sea más potente. Tenemos individualidades pero hay que enlazarlo todo”.
Después de un aterrizaje forzoso y de un trabajo a contra reloj para preparar la visita al Avilés, Robles va ganando tiempo para profundizar en su estilo, “la primera semana intenté instaurar el sistema más acorde para el perfil de futbolistas que tenemos y dotarlos de tres variantes ofensivas y defensivas”. El aspecto anímico fue la piedra angular de sus primeras sesiones pero ahora “ya trabajamos mucho más la idea que quiero llevar a cabo con los jugadores que hay y fue una semana muy buena de trabajo. La predisposición sigue siendo muy buena y los jugadores van asimilando lo que queremos, estoy muy contento”.
Aunque un relevo en un banquillo siempre genera modificaciones hay un aspecto que no variará entre la etapa de Carlos Granero y la de Robles y es el estad del césped del Carlos Tartiere. “Por mi idea de juego me va a condicionar bastante, pero la predisposición del ayuntamiento es total para tenerlo en las mejores condiciones posibles y la del club también”. El técnico azul recordó que esta situación “no es una cuestión puntual, está así desde el principio y todos debemos tener paciencia; los futbolistas para saber las condiciones que nos vamos a encontrar y la afición que entienda que el juego se puede condicionar por ese aspecto. Hay que estar preparados para todo”.
Independientemente de como vaya a estar el terreno de juego, Robles confirmó que lo mostrado en Avilés en el camino a seguir: “La propuesta va a ser la misma e intentaremos que sea mejor, espero que hayamos crecido en conceptos que hemos trabajado, queremos hacer lo mismo pero luego el campo y el rival te irá llevando a unas decisiones o a otras, pero la idea no cambia”.
El cartel de interino sigue colgado en su puesto, pero Robles no s detiene a pensar en que puede suceder mañana, “sólo pienso en el partido del Guijuelo, en sacarlo adelante y estar feliz, luego lo que llegue llegará, no tengo ninguna prisa”. Su idea sigue siendo la de mantenerse aislado de todo lo que le rodea: “Durante la semana no hice caso a nada de lo que se pueda decir, sé que la afición está apoyando al equipo y a mí personalmente. Lo agradezco pero mi primera tarea es trabajar y si me quedo en eso no sería un buen profesional” y descartó que esa buena acogida pueda estar propiciada por su juventud: “La edad no importa, lo que vale son los conocimientos y trasladarlos al campo, valoro el apoyo de la gente y el del club pero ha sido una semana normal”.