El Oviedo transmitió una intensidad pocas veces vistas en la presente temporada y además sostenida a lo largo del choque. Robles no se mostró sorprendido por ello: "Las personas que me conocen ya saben que lo que se está viendo en estos partidos es lo que he llevado a cabo en el juvenil". Además, el técnico está teniendo un respaldo unánime en la caseta: "El nivel de exigencia que le estoy metiendo al equipo es máximo y solo me encuentro con respuestas fantásticas por parte de los jugadores; el vestuario es increíble".
La victoria devuelve al Oviedo a la lucha por los máximos objetivos, "el triunfo es importante por ser ante un rival directo, al que ganamos también el goalaverage y encima fue en nuestra casa, a lo que hay que añadir el contexto que lo rodea". El preparador oviedista no quiere fijarse mucho en el resto de aspirantes porque "tenemos que jugar nuestros partidos y esperar porque si no sumamos nos dará igual lo que hagan el resto de rivales".
La cara más humana del encuentro estuvo en el utillero del primer equipo. Silvino perdió ayer a su padre pero hoy quiso estar en el partido: "Vino a trabajar tanto ayer como hoy, ha sacado fuerzas y ha estado con nosotros. Es un ejemplo de lo que queremos, unidad entre todos para salir más reforzados. La esencia del fútbol es trabajar e intentar ganar. Hoy lo hemos conseguido y le dedicamos la victoria".