Sergio García se olvida del cariño

Sergio García vivirá el domingo el encuentro más especial de la temporada. La visita a Zamora, su ciudad natal, es una fecha marcada en el calendario, pero el hecho de reencontrarse con familiares y amigos no le va a hacer cambiar su idea: "Vamos a mi casa, allí me sentí muy querido el año pasado pero espero ir y conseguir los tres puntos".

En las últimas semanas, el extremo está sacando el máximo provecho a los minutos que tiene. En Las Gaunas salió desde el banquillo y anotó dos goles para sentenciar el triunfo ante la UD Logroñés; ante el Marino jugó de inicio y marcó el 2-0. El pasado domingo, disfrutó de unos minutos en la recta final del encuentro y repitió ante la portería del Guijuelo.
En lo que va de Liga, Sergio García acumula 962 minutos disputados y suma cinco goles, "es lo que me toca, no tengo todos los minutos que me gustaría y por eso hay que aprovechar los que se tienen. Estoy contento mi trabajo, además están llegando los goles y ayudando al equipo que es lo realmente importante". La cifra anotadora, a su juicio, no está del todo mal "estoy contento por llevar cinco goles con los minutos que he tenido y espero seguir con la misma racha".
El relevo en el banquillo parece haber sentado bien al Oviedo. Robert Robles quiere imponer su estilo de juego y la principal exigencia que traslada a los futbolistas es que "traslademos al campo todos los movimiento que trabajamos durante la semana, los que juegan de titulares lo hacen y los que salimos de suplentes también".
El Zamora espera el domingo con una etiqueta de revelación que sólo la gran campaña del Guijuelo le está robando, "está haciendo un temporadón, al principio hablaban de permanencia pero siguen arriba y si mantienen esa línea podrían aspirar a algo más". Roberto Aguirre mantiene las claves que les dieron la permanencia en el pasado campeonato: "El bloque sigue siendo más o menos el mismo, han fichado cuatro o cinco jugadores importantes, el míster los conoce bien y sabe sacar el máximo". El próximo rival de los oviedistas acumula un buen puñado de virtudes: "Es un equipo muy aguerrido, juegan con sus dos líneas de cuatro muy juntas, manejan bien el contragolpe y aprovechan el balón parado, es un equipo para tenerlo muy en cuenta".