Robles sueña con cambiar el modelo del Oviedo
La argumentación del entrenador azul tiene argumentos sólidos. Cada temporada, el Oviedo recibe el cartel de gran favorito al ascenso y Robles insistió en que “al final es fútbol, somos 80 equipos y este fin de semana vamos a un campo que hace tres años estaba jugando la UEFA, que en la Copa este año ha eliminado a equipos de Primera”. El preparador oviedista es consciente de que su equipo “tiene una historia muy grande que nadie va a cambiar y que ojalá que podamos escribir páginas muy importantes, pero el Racing también. Debemos saber que los rivales también juegan y con el máximo respeto y el máximo trabajo podemos conseguir cosas”.
Girando la vista al encuentro de El Sardinero, Robles quiso rebajar la tensión externa y aseguró que “no es diferente al de la Cultural, Zamora o Avilés, hay que salir a ganarlo, quizás la expectativa del rival, el campo, la gente que va a ir, puede que sea especial por esas connotaciones pero son tres puntos más, no le doy más importancia de la que tiene”. No espera un Racing diferente al que se ha visto durante toda la temporada: “Supongo que siga por el mismo estilo de juego, cada uno decide a lo que tiene que jugar y el perfil de futbolista que tiene, ellos lo están haciendo bien y tienen buenos resultados, lo que quiere decir que está haciendo una gran labor la plantilla y el cuerpo técnico, hay que jugar y el que mejor lo haga será el que gane”.
Lo que es seguro es que el Oviedo no renunciará a su idea: “Uno de los problemas que se transmitía desde el famoso entorno es que no se sabía a que se jugaba, que no había un estilo concreto y ahora lo tenemos”, aunque también tiene sus hándicaps: “Hay que ser conscientes de que esa idea debe madurar y los resultados no se darán a corto plazo y sí a medio”.
El objetivo inicial del Oviedo para esta temporada era quedar campeón y ahora esa meta se ve lejana, salvo un triunfo en Santander y un giro de resultados de los equipos de cabeza. Robles también explicó los problemas que puede dar jugar como campeón: “La principal diferencia de quedar primero es que tienes el colchón de que si fallas en la primera tienes otra opción, pero al final me pongo en el lugar de afrontarla como primero y estaríamos todos locos por vernos tan cerca de ascender, sería una presión increíble; si entras en otro puesto también la habrá”.
Jugar en El Sardinero tampoco supone más presión para él: “Noto presión desde el primer día, pero nada me agobia, aunque parezca mentira es un partido más ante un rival muy importante y muy potente, puede ser un estímulo porque se asemeja a un partido de playoff, pero hasta que llegue eso nosotros tenemos que mejorar mucho en el juego y en la mentalidad y la afición estará diferente, todo es distinto”.