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El Sardinero fue una pesadilla

Chisco García

Chisco García III
Al final fue una pesadilla. El Oviedo no supo sacar nada positivo de su visita a Santander y encajó una nueva derrota dolorosa ante más de 2.000 aficionados. El Racing fue superior a los azules durante todo el encuentro y lo plasmó con dos tantos en el arranque del segundo tiempo. El título ya parece claro para el equipo de Paco Fernández y los oviedistas deberán sufrir hasta el final para intentar estar entre los cuatro primeros.

 

Crónica on-line
Árbitro
Gálvez Roscón (madrileño). Amonestó a los locales Granero y Javi Soria y a los oviedistas Héctor Simón y Cervero.
Formaciones
Racing: Alejandro, Orfila, Juanpe, Soria, Saul; Andreu, Granero (Mariano, m. 76), Iñaki, Miguélez (Rubén Durán, m. 85), Lafuente y Kone (Concha, m. 87).  Real Oviedo: Orlando (Pol, m. 17), Álvaro (Iván Rubio, m. 82), Pardo, David, Sergio Díaz, Hector Simón, Sergio Rodríguez (Cervero, m. 60), Annunziata, Susaeta, Alain y Señé.
Goles
1-0, m. 47: Miguélez, 2-0, m. 58: Koné.
Incidencias
Encuentro de la 31ª jornada del Campeonato de Liga de Segunda División B disputado en El Sardinero, con más de 2.000 oviedistas en las gradas.

Robert Robles buscó la sorpresa con la entrada de Sergio Rodríguez en el centro del campo y retrasó a Héctor Simón a la posición habitual de Jon Erice. Los azules nunca se impusieron en el centro de campo y el encuentro se jugó siempre al ritmo que quería el Racing, liderado en esa parcela por Borja Granero, que parecía querer vengar la destitución de su padre y completó un gran encuentro.
Aunque la posesión del esférico correspondía casi siempre al Oviedo, los carbayones nunca dieron sensación de verdadero peligro. De hecho, la primera ocasión clara estuvo en la botas de Koné en un ejemplo de lo que ha sido el Racing toda la temporada. Un pelotazo largo lo corrió el marfileño que encaró a Orlando Quintana, pero el meta canario solventó el mano a mano con una buena intervención. Un pase atrás de Alain Arroyo que no encontró rematador fue lo mejor de los Oviedo en ataque durante el primer tiempo.
Consciente de la necesidad del contrario, el Racing no tenía ningún reparo en entregar el cuero a los azules. Eso sí, cada salida a la contra estremecía los cimientos oviedistas. Miguélez estuvo a punto de batir a Pol, que había tenido que entrar al encuentro por la lesión de Orlando.
Todo el oviedismo confiaba en una mejoría en la segunda mitad, sobre todo el bagaje ofensivo, pero lo que vieron fue otro ejercicio de impotencia. El Racing lanzó un directo a la mandíbula con el gol de Miguélez y Koné asestó el KO definitivo con el 2-0, antes de cumplir el primer cuarto de hora la reanudación.
 
Si con el empate el Racing había cedido la iniciativa del juego, con el 2-0 la situación se acentuó. Con la fiesta instalada en las gradas de El Sardinero, en el bando de los locales, los oviedistas asistían a la enésima decepción de los últimos años y el pitido final no hizo más que corroborar que Robert Robles tendrá una tarea muy ardua para clasificar al equipo para el playoff que es el objetivo mínimo que cabe exigirle a un equipo confeccionado para otras metas

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