Las horas posteriores al encuentro no fueron sencillas para el madrileño, "estoy bastante fastidiado, me duele muchísimo haber dejado al equipo en inferioridad en un partido en el que teníamos muchas ilusiones depositadas. No he pegado ojo durante la noche y no paro de darle vueltas a esas dos jugadas".
Cuando recuerda las acciones que le costaron la expulsión lo tiene claro: "Fueron dos lances del juego en los que el colegiado señaló falta y me enseñó las dos amarillas. Tenía que haber medido mejor, pero el ímpetu me pudo. El mas fastidiado por todo esto soy yo". Al margen de ese episodio, "el inicio fue bueno, con el gol de Diego y alguna que otra ocasión más de peligro que generamos. Su empate a uno llegó muy pronto, fue uno de los momentos claves del partido".
Ahora ya no valen las lamentaciones porque el objetivo sigue estando al alcance de la mano, "los tres puntos nos daban un poco de margen de cara a la jornada de descanso, pero ahora iniciamos una mini-liga de cinco partidos en la que no podemos fallar" y ese mensaje también está claro en la caseta: "Hemos hablado en el vestuario. Somos el Real Oviedo y pelearemos al máximo para conseguir el objetivo. Estamos fastidiados, pero tenemos que levantarnos".