Ante estas situaciones nunca se sabe si lo mejor es tener tiempo para trabajar sobre los errores cometidos o vale más competir de manera inmediata para tratar de revertir la situación. Lo cierto es que el equipo no ha tenido mucho tiempo para prepara el encuentro de mañana en San Lázaro, hemos matizado ciertas cosas que estábamos haciendo bien en los primeros partidos y que en Coruxo no se dieron”. Robles volvió la vista atrás para recordar que: “El partido hay que saber analizarlo y la expulsión modifica muchas cosas en el encuentro, con uno menos tuvimos opciones de empatar pero eso no sirve como excusa”.
A falta de cinco encuentros para el final del campeonato, “hay que mantener la tranquilidad, poner el punto de partida donde empezamos todo y seguir trabajando”. Lo que está prohibido es comenzar a hacer cuentas sobre los puntos que serán necesarios para disputar el playoff: “Hay que pensar en el partido contra el Compostela, pensar más allá es un gran error, hay que esperar a nuestro partido, sacarlo adelante, recuperar las buenas sensaciones, hacer un buen partido y luego esperar las situaciones que se den. No podemos volvernos locos, no se puede pensar en el resto de partidos, no lo haré y el vestuario tampoco”.
A la vuelta de la esquina espera el Compostela que, pese a ser un recién ascendido, no pondrá facilidades: “Es un buen equipo, vi muchos partidos de ellos es de los que más me gusta de la categoría, tienen un estilo claro, saben lo que quieren hacer, tienen jugadores desequilibrantes, será un duelo igualado y nosotros tenemos que volver a recuperar nuestras sensaciones”.
Lo que no habrá en San Lázaro es un desplazamiento masivo como ocurrió en Zamora o en Santander, después de que las peñas cancelasen el viaje previsto: “No soy nadie para decir lo que debe hacer la gente, no le voy a reprochar nada, entiendo la situación de esta temporada y de los últimos años y nosotros sólo podemos dar la cara y sacar el partido, la afición tiene todo mi respeto y la del vestuario”.