Nuevos rivales de fuste
Todos los implicados en la lucha por la permanencia dependían de sí mismos. El gran drama estaba en el estadio de La Victoria. Jaén y Alavés se medían en un choque sin vuelta atrás, el vencedor se salvaba el perdedor bajaba. Los nervios parecían atenazar a los dos equipos hasta que llegó la recta final del encuentro y se soltaron. Los vitorianos reaccionaron al primer gol local con dos tantos en apenas cinco minutos, pero los andaluces volvían a poner en peligro la salvación de ambos equipos al empatar. Un tanto en los últimos instantes de los vascos les dio la permanencia y condenó al descenso a uno de los equipos que había logrado ascender la campaña anterior.
El Mirandés visitó al Lugo. Los dos equipos estaban en peligro pero el gol de Carlos Pita dejó a los gallegos una campaña más en la división de plata y condenó a los castellanos a un descenso que nadie se imaginaba hace unas semanas. Los hombres de Carlos Terrazas dispusieron de varias ocasiones claras de gol pero la falta de acierto les devuelve a la división de bronce.
El último descendido fue el Castilla. El filial del Real Madrid visitó al Murcia que se jugaba la primera plaza del playoff. El conjunto pimentonero se llevó el partido y devolvió al filial merengue a Segunda B, lo que acarrea el descenso automático del Real Madrid C a Tercera División.
Los cuatro descendidos partirán como grandes favoritos al ascenso en el próximo curso. El Hércules, pese a encontrarse en concurso de acreedores, parece que podrá formar un gran bloque; mientras que el Castilla volverá a tener uno de los mayores presupuestos de la categoría; el Mirandés seguirá fiel a su política de contención en el gasto pero cuenta con una base sólida para afrontar el reto; el Jaén dio la sorpresa en la campaña anterior y aunque perderá algunos efectivos importantes volverá a ser un gallito en el grupo cuarto de la Segunda B.