Cerco total al despilfarro
Las aventuras económica emprendidas por el Oviedo en años anteriores parecen haber llegado a su fin. Jorge Menéndez Vallina dejó muy claro que el grupo Carso quiere empezar un proyecto serio en el club azul pero no se hará a cualquier precio. “No vamos a hipotecar el futuro del Oviedo”, sentenció ayer el presidente azul en un claro mensaje a todos los que quieran formar parte de una entidad que promete un futuro esperanzador, pero un presente aún muy complicado y austero.
El principal foco de gasto del Oviedo está en la plantilla del primer equipo. A eso se refirió Vallina para dejar claro que “el que quiera venir aquí a ganar 200.000 euros está equivocado”. Además, el máximo mandatario oviedista tiene argumentos claros para defender esa postura: “Esto es un proyecto ilusionante y desde aquí quiero darle las gracias a Esteban por haber aceptado la oferta del Oviedo con una merma muy importante en su salario, ese es el ejemplo a seguir”.
El Oviedo se está encontrando con exigencias económicas absolutamente prohibidas en Segunda B. La presencia del Grupo Carso hace que muchos vean al club azul como el nuevo millonario de la categoría y aumentan sus pretensiones económicas. “Quiero lanzar un mensaje a los nuevos jugadores, hay que buscar la realidad de Segunda B, nadie va a venir aquí pidiendo barbaridades”, explico Vallina, que también reconoció casos diferentes: “Hay gente que prefiere incorporarse a un proyecto serio y prefieren aceptar cantidades menores para estar en un proyecto a largo plazo”.
Si esteban es uno de los ejemplos, el otro más evidente es el de Diego Cervero. El capitán aceptó una rebaja en su contrato cercana al 30% para adecuar su salario a las necesidades económicas de la entidad. Pocos delanteros en la categoría presentan sus números en las últimas cinco temporadas con más de 80 goles anotados.
El objetivo del consejo de administración es dar un cambio radical al funcionamiento de la entidad en lo económico y para ello Vallina asegura que deben “mirar en el largo plazo, el Oviedo tiene que ser rentable y al menos no perder dinero, ahora de cada euro que se ingresa se gastan tres y es inadmisible”. El único camino para lograrlo es “es ser conscientes de que estamos en un club de Segunda B y tenemos que ser austeros, hay datos al cierre de temporada que no se sostienen”.
Todos esos mensajes que pueden sonar apocalípticos no tiene por qué ser vistos como un peligro para la supervivencia de la sociedad: “Soy optimista y quiero tranquilizar a la gente, esta afición sabe lo que es pasar por perores caminos, hay mimbres para ser optimista”.