Symmachiarii, con entradas y retenidos fuera de Carranza

Recorrer 900 kilómetros en autobús, con entrada pagada, y no poder entrar en el campo. Increíble pero cierto, eso es lo que le ha pasado a tres de los autobuses que la APARO había fletado para que el Real Oviedo no estuviera solo en el Ramón de Carranza este domingo, en el partido que le medía ante el Cádiz CF.

Concretamente, se trata de los autobuses en los que viajaban los miembros del grupo Symmachiarii. Desde primera hora de la mañana se les impidió incluso llegar a Cádiz capital, siendo retenidos en San Fernando junto a varios autobuses más.
Sin embargo, la gran sorpresa llegó cuando la mayoría de los viajeros entraron en el estadio gaditano, mientras que ellos permanecieron retenidos sin poder ver el encuentro. Lo más increíble del caso es el argumento que se les ha dado: que no había aforo. Una circunstancia que no se entiende cuando se trata de aficionados que tenían su entrada en el bolsillo.
Esta situación ha provocado que el presidente del Real Oviedo, Jorge Menéndez Vallina, haya abandonado el palco en señal de protesta. El club, de hecho, le hizo llegar el malestar al presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, y se han vivido momentos de tensión en el palco.
Tras el partido, el propio club expresó a través de su cuenta oficial de Twitter su rechazo a lo que ha sucedido con estos aficionados, acusando directamente a la entidad anfitriona. "Echamos de menos a 150 de los nuestros, que no pudieron acceder por la lamentable y vergonzosa gestión del Cádiz CF".