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Una final que será una fiesta

María Suárez

El Real Oviedo afronta este domingo a las 12.00 horas la primera parte de la final de campeones que le enfrenta al otro ascendido, el Nástic de Tarragona. El partido de ida se jugará en el Nou Estadi, y la vuelta ya tiene fecha y hora: el miércoles a las 20.30 horas en el Carlos Tartiere.

El duelo por ser campeón absoluto de la categoria que llega con los dos equipos ascendidos y la relajación propia de estos choques. Un duelo de honor que no tiene otro objetivo que mejorar y engrandecer las temporadas de ambos equipos. La defensa catalana es la mejor de la liga regular, con tan sólo 31 goles encajados, mientras que el equipo carbayón, aunque viene resolviendo sus últimos partidos por la mínima, atesora 79 nueve tantos a sus espaldas.
Los onces no serán los habituales, ya que Sergio Egea, en lo que al Oviedo concierne, ha dejado en la ciudad a medio equipo titular. Jonathan Vila, David Fernández, Erice, H. Font, Generelo, Susaeta, Nacho López y Linares se quedaron fuera de la convocatoria. Por el contrario, entran en lista hasta cuatro jugadores del filial: Diegui, Allyson, Cristian Rivera y Emilio, que viaja por primera vez con el primer equipo.
Ambos equipos se han enfrentado con anterioridad, en seis ocasiones, la mayoría de los cuales no dicen verdad al haberse dado hace décadas. Tres victorias del Nástic, dos empates y una victoria del Oviedo son el saldo que deja la historia. La realidad es que ambos equipos llegan al choque relajados y sin presión, con la vista puesta en la preparación de la próxima temporada en Segunda. El partido, poco trascendental, servirá como rúbrica perfecta para uno de los equipos y constituye el último paso u ocasión para celebrar el ascenso y la temporada con sus respectivas aficiones. También será una oportunidad perfecta para que los que no hayan disputado minutos de manera habitual, disfruten del fútbol y algunos de ellos de la titularidad. Un trámite deportivo, que retrasa en cierto modo las vacaciones, pero supone un título más.
Pese a ello, Sergio Egea tiene claro que quiere ganar el trofeo, y que “ es una final oficial y hay que jugarla con intensidad, porque somos el Oviedo”. Vicente Moreno, técnico del Nástic, coincide con Egea en lo inoportuno del partido, porque “es difícil mantener a la gente activada”, pero, del mismo modo, ansía ganar este partido por el 'prestigio' que da ganar al Real Oviedo.
Real Oviedo: Gorka, Diegui, Charlie, S. Sánchez, Redondo: Omgba Rivera, S. García, Dioni, B. Valle, Cervero.
Nástic de Tarragona: Reina; Xisco, Xavi Molina, Bueso, Mossa; Marc Martínez, Cristóbal; Jean Luc, Luismi, Xisco Muñoz, Azkorra.

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