El 31 de mayo de 2015, los carbayones vieron por fin cumplido un sueño. El gol de cabeza de David Fernández en el Ramón de Carranza le otorgaba al Real Oviedo el ascenso a Segunda División que llevaba trece años esperando.
Fue ante un histórico Cádiz CF, que llegaba a la vuelta en casa con un 0-0 en el Carlos Tartiere y que llenó el Carranza con 25.000 gargantas vibrando de emoción y ganas. Pero, en esta ocasión, el fortín amarillo no favoreció al conjunto cadista que no tuvo fortuna de cara al gol. El encuentro fue equiparable a un choque de trenes por la intensidad y la igualdad entre ambos equipos.
Pero fue el Oviedo el que se llevó el premio gordo. Tras trece años dando tumbos por Tercera y Segunda B, incluso con amenazas de desaparición, la afición carbayona vio recompensadas su fe y su paciencia, manteniendo la esperanza en un futuro mejor. El testarazo de David Fernández marcó un antes y un después en la historia reciente del conjunto asturiano.
Quizá los oviedistas piensen que todavía el equipo no está donde debería y la derrota contra el Real Zaragoza de la pasada jornada, lo ha dejado sin opciones de ascenso a Primera, pero de momento el sueño sigue vivo, así como las opciones de volver a la máxima categoría más pronto que tarde.