El entrenamiento de este miércoles del Real Oviedo en El Requexón ha estado marcado por el pequeño pique que han protagonizado Miguel Linares y Christian Fernández. La acción no tuvo grandes consecuencias y segundos después todo volvió a la normalidad. El propio delantero zaragozano habló de la situación posteriormente en rueda de prensa y le restó importancia al asunto.
Fernando Hierro había preparado un partidillo en para terminar la sesión preparatoria y ahí se produjo el roce. Christian le hizo a Linares una entrada que no le gustó y se picaron. El ariete carbayón le soltó un poco la cabeza y el defensor le metió una tortita. A los pocos segundos se abrazaron y la sesión siguió su curso.
"El roce con Christian son cosas de los entrenamientos; a los treinta segundos nos estábamos dando un abrazo. Trabajar y jugar", comentó después Linares.
En lo deportivo, fue un entrenamiento de mucha intensidad en la que Julián Calero no dejó a los jugadores ni respirar. Además, Hierro probó con el 4-4-2.