Los Pajaritos se tiñe de azul

La alegría para el Real Oviedo no fue plena en Los Pajaritos. Aunque visto lo visto, pudo ser peor y los de Fernando Hierro han logrado sacar un buen punto ante un Numancia que tuvo las ocasiones más claras. Pero quien sí volvió a dar la cara como hace partido tras partido, con indiferencia de la imagen del equipo, fue la afición oviedista que volvió a desplazarse en masa y no dejó solos a los suyos en tierras sorianas.

Los seguidores carbayones tiñeron de azul las gradas de Los Pajaritos, que se convirtieron en un pequeño Carlos Tartiere. La pena fue que los pupilos de Fernando Hierro no han podido brindarle una victoria para que el regreso a tierras asturianas fuese una fiesta.
Desde principios de semana, el ritmo de venta de entradas no pudo ser mejor. De hecho, se agotaron todas el pasado miércoles y el Numancia volvió a enviar una nueva remesa de 200 localidades para el duelo.
De esta forma, los seguidores carbayones desplazados a Soria han sido unos 800, que han dado colorido a las gradas de Los Pajaritos y que no han parado de animar a los suyos en ningún momento del encuentro. 
Un nuevo desplazamiento, el decimoquinto de la temporada, en el que la afición oviedista ha vuelto a dar una muestra de fidelidad y de pasión por todo lo que rodea al club de sus amores.