La vida sigue igual para el césped del Tartiere

Pese al ambiente festivo que rodeaba a la visita del Girona al Carlos Tartiere, la afición del Real Oviedo pudo comprobar una vez más in situ el lamentable estado del césped del feudo del Real Oviedo. El terreno de juego dificultaba la circulación normal del esférico, pese al cambio que sufrió el pasado mes de agosto y a los trabajos que se realizaron durante este mes de marzo.

El césped del estadio del Real Oviedo se ha convertido ya en un auténtico quebradero de cabeza para la entidad azul. Después de cambiarlo el pasado mes de agosto, el estado del tapete lejos de mejorar parece que empeora cada vez más.
Este sábado ante el Girona, la imagen de la que debía ser una alfombra verde dejó mucho que desear. Y es que el agua caída en estos días ha colaborado negativamente para que las condiciones fuesen pésimas. Durante el choque ante los de Pablo Machín, era común que el balón rodase con dificultad en las zonas donde más se acumulaba el agua. Además de los continuos resbalones de los jugadores.
Los arreglos que se han acometido este mes de marzo parece no haber servido de mucho, aunque desafortunadamente esto no es nuevo, ya que el cambio del pasado mes de agosto tampoco fue la solución.