Dos años del mejor 'regalo' de Cervero al oviedismo

El 24 de mayo ya no es un día cualquiera para el oviedismo. Es el día del primer paso hacia la 'gloria', del primer paso para regresar al fútbol profesional tras doce largos años en el desierto. Fue el día en el que el Real Oviedo se enfrentó al Cádiz en el Carlos Tartiere en la ida del play off de ascenso a Segunda División y en el que el incombustible Diego Cervero le dio su mejor 'regalo' de los muchos que le ha dado a la afición carbayona en su larga etapa en el equipo oviedista.

 
Después de doce largos años deambulando por el infierno de la Tercera División y la Segunda B, al Real Oviedo se le presentaba una oportunidad de oro para regresar al lugar de donde nunca debió irse. Los carbayones se la jugaban a vida o muerte con el Cádiz en una eliminatoria a doble partido en la que la alegría sólo le esperaba a uno.
La primera cita decisiva tuvo lugar en el Carlos Tartiere el 24 de mayo de 2015. Y las cosas se le ponían cuesta arriba al Real Oviedo cuando Jona Mejía adelantaba a los andaluces al filo del descanso. Pero ahí apareció el salvador, el que nunca falla. A escasos diez minutos del final, Diego Cervero cabeceaba un centro de Borja Valle para batir a Aulestia y llevar la locura al estadio carbayón. David Fernández hizo el resto en Carranza.
Si será recordado para siempre su gol, también lo será su celebración. El ovetense se puso a hacer flexiones en el césped del Tartiere antes de que sus compañeros se lanzaran sobre él para festejar un tanto de oro.
Hoy día, Diego Cervero ya no es futbolista de la primera plantilla del Real Oviedo pero sigue presumiendo de oviedismo allá donde va. Ahora, mantiene también vivo el sueño del Fuenlabrada de subir a Segunda al que lo ha metido en el play off de ascenso con sus goles.