El Real Oviedo salió al Carlos Tartiere a frenar a un Cádiz que llegaba invicto en Liga y con muchas bajas en su once habitual. Y lo consiguió. Sin mostrar un gran brillo en su juego y sin sobresalir en exceso, pero con un Toché que, fiel a la tradición implantada en esta temporada, ha anotado en su única llegada a la portería rival. Sin duda, tres puntos que saben a gloria tras un duelo que se antojaba más complicado de lo que ha resultado finalmente.
Los primeros 20 minutos de la primera mitad se caracterizaron por una igualdad casi palpable. Sin apenas ocasiones, el cuadro de Anquela logró acercarse a la meta de Alberto Cifuentes en dos rápidas jugadas al conseguir superar la barrera del 50 por ciento en posesión. La primera, sobre el minuto 8, fue ejecutada por Héctor Verdés y Aarón Ñíguez, que dejó el balón colocado para Christian Fernández y este disparó tratando de sorprender al meta cadista, que detuvo en dos tiempos.
En el 17' la tuvo Saúl Berjón con un disparo fortísimo desde la frontal del área que se escapó. No tuvo que esperar mucho Saúl para tener una nueva oportunidad, que llegaría en el 19'. Sin embargo, su golpeo, que se dio tras el mal despeje de Kecojevic, se marchó demasiado alto.
"Idas y venidas de área a área pero sin precisión"
Las amarillas a David Rocha en el minuto 35 tras una falta sobre Carrillo y a Aarón Ñíguez a pocos segundos del descanso por una entrada sobre Carpio fueron lo más relevante defensivamente durante esta primera mitad.
Con varias idas y venidas de área a área pero sin precisión en ninguna de las llegadas transcurrió el resto de la primera parte y los 22 jugadores se retiraron a vestuarios sin aportar ningún momento de emoción real en los primeros 45 minutos. Algo tendrían que buscar ambos técnicos para darle una vuelta de tuerca al juego desplegado por sendos equipos.
Al regresar del descanso, el cuadro carbayón salió con fuerza. Gozó de diversas oportunidades en el área cadista en los primeros siete minutos que supusieron un verdadero asedio para los hombres de Álvaro Cervera. En el minuto 47, Yeboah fue el encargado de disparar una falta en la frontal del área. El golpeo del ghanés se marchó lamiendo el larguero.
Toché volvió a hacer de las suyas. Una llegada a puerta, un gol. Nada más entrar al terreno de juego, se marchó Linares solo hacia el área, pero Salvi la cortó a gran velocidad. El rechace lo recuperó el Oviedo. Saúl la recogió en la banda izquierda, se internó en tierras enemigas, levantó la cabeza y vio al delantero solo ante Cifuentes. El ariete la recibió, la bajó al suelo con un control prodigioso y batió al meta cadista con una pelota imparable.
El Real Oviedo tiene un revulsivo: Toché
Tras el tanto, varias aproximaciones del Cádiz que atajó con solvencia Juan Carlos supusieron el máximo peligro en el área azul.
El Cádiz tuvo una ocasión clarísima de empate en el 92'. Salvi ejecutó un disparo de falta directa que rebotó ligeramente en un jugador de la barrera carbayona, desviando lo justo el balón de la trayectoria de la portería. El cadista protestó la decisión de De la Fuente Ramos, que dictaminó saque de puerta, y acabó viendo la última amarilla del encuentro.
No fue un Real Oviedo superior, pero sí supo aprovechar con contundencia su gran oportunidad de gol imponiéndose a uno de los equipos que han comenzado la temporada con más fuerza.
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