Linares mete otra marcha

En Barcelona el Real Oviedo salió con otra cara tras el descanso. La primera mitad tuvo cierto color blaugrana, aunque tampoco fue un dominio claro, pero el conjunto azul salió con otra mentalidad tras el paso por vestuarios. Ayudado por la entrada de Linares, el equipo dio un paso adelante y pudo incluso llevarse los tres puntos.

 
Desde el primer minuto de la segunda mitad se vio un Oviedo distinto al del final de la primera parte. El equipo azul salió cargado de intensidad y presionando la salida de balón del Barça B, algo que incomodó al equipo de Gerard hasta el punto de perder balones en su área ante la presión de los hombres de ataque azules.
Esa presión la lideró desde su entrada Miguel Linares, que entró en el minuto 52 y que fue un auténtico incordio para los defensas del filial a la hora de sacar el balón jugado. El gol llegó a balón parado, gracias a Carlos Hernández, pero la ocasión de Owusu para llevarse los tres puntos vino tras una gran presión en campo contrario y un robo de Forlín en el área blaugrana.
Cuando el partido se pone cuesta arriba, Anquela busca argumentos en el banquillo y aparece la figura de Linares, que desde el banquillo es el agitador perfecto para las características del Real Oviedo. En Gijón se cumplió el mismo guion que en el Miniestadi, y ante el Cádiz se consiguió la victoria en la segunda mitad. La entrada de Linares mete otra marcha en la intensidad del conjunto azul.