Anquela ha reconocido que el momento por el que atraviesa el Real Oviedo en la actualidad, como no podía ser de otra forma, le afecta en su vida personal, aunque en el campo no le afecta nada. Lo que tiene muy claro el entrenador carbayón es que está "en el club en el que he querido estar durante mucho tiempo" y que peleará "a muerte" por el conjunto oviedista. Unas ganas que intenta transmitir a sus futbolistas.
El míster del equipo ovetense admite que afronta este partido "como todos los que no ganamos, preocupado. No puedo estar feliz, me afecta, me refiero, es complicado explicarlo. A mí en el campo no me afecta nada, estoy muy triste, pero en mi estado personal".
Pese a ello, explica que ha vivido situaciones "mucho más complicado que esta y siempre hemos salido. ¿Cómo? Estando unidos, con calma, paciencia y saber que el trabajo que hacemos siempre da buenos resultados. No cambiaremos en esa faceta, puedo decir o hacer cosas que parezcan lo contrario, pero trato de no cambiar nunca".
Tiene claro que quiere llegar "al futbolista a través del corazón o por narices y eso se acabó. Tengo que llegar al corazón para que crean en lo que hacemos", ha señalado el entrenador.
"Me siento en el club que he querido estar durante mucho tiempo, pelearé a muerte por este club, intento meter toda mi ilusión y mis ganas a los futbolistas. Luego depende de que ganemos, se gana como consecuencia del trabajo y la ilusión y ganas que este equipo requiere", ha destacado Juan Antonio Anquela.
El experimentado entrenador señala que "en los equipos que he estado, una vez me costó cinco años formar un gran equipo. En el fútbol cinco años, no está ni el mejor. A los tres años ya te tienen visto, incluso a los tres meses. Estoy donde quiero estar, súper orgulloso de estar aquí, quiero que este equipo tenga lo que se merece. Dependemos de que la pelota entre y de lo que pase cada día en el vestuario".
Una vez más, ha vuelto a resaltar a la hinchada azul: "La afición ha estado muy por encima de nosotros. Ha sabido tener la calma necesaria a pesar del bajo nivel del equipo, pero el fútbol es cuestión de paciencia y de no cambiar e intentar hacer las cosas lo mejor posible. Un equipo no se construye de la noche al día y más con todos los problemas que nosotros hemos tenido.