El Real Oviedo se llevó los tres puntos dejando buenas sensaciones en la segunda mitad. Sensaciones distintas a las que estaba dejando en la primera, algo que ya sucedió ante el Lugo y que podría tener su explicación con el cambio de sistema. Anquela decidió en la primera mitad jugar con Forlín por delante de la defensa y tras el descanso lo ubicó entre Christian y Carlos Hernández, dando toda la banda a Mossa y Cotugno.
El papel de los laterales es fundamental en este nuevo Oviedo y uno de los principales beneficiados es Mossa. La gran mayoría de las ocasiones salen de sus botas y de las de Cotugno y de él nace la acción del penalti que dio la victoria, asomándose por el área en el minuto 93 cuando el equipo estaba ya con uno menos.
Lo mismo sucedió en el partido ante el Lugo del Carlos Tartiere, cuando en la segunda parte el Oviedo fue superior a su rival. El lunar es que en ambas ocasiones la reacción vino al verse por debajo en el marcador y no desde el principio, algo que seguro intentará remediar Anquela.
El técnico andaluz reconocía ese lavado de cara tras el paso por vestuarios: "En la segunda parte el equipo ha sido otro. Hemos sido valientes. Si no somos valientes no se consigue nada. Tenemos que disfrutar de una victoria importantísima y pensar en el siguiente ya desde dentro de un rato".