El mejor ataque, una buena defensa. Una frase mil veces repetida y que en el Real Oviedo, de una vez por todas, se empieza a cumplir. El conjunto de Juan Antonio Anquela, tras una pésima racha defensiva, echa el cerrojo y acumula dos encuentros consecutivos con la portería a cero. La entrada de Herrero bajo los palos y la mejoría en el juego, claves para los números.
Insistía el míster en cada rueda de prensa en la necesidad de mejorar como equipo en el aspecto defensivo. Huía de la carga para la última línea y responsabilizaba a los once que jugaban en el verde. El mensaje llegó al plantel.
Tras la importante victoria ante el Lorca, este domingo el equipo volvió a dejar su marcador a cero ante Osasuna en un difícil encuentro marcado por la lluvia y por el mal estado del césped. El equipo, sobre todo en la segunda mitad, peleó contra viento y marea -nunca mejor dicho- y cerró el encuentro sin haber recibido ni un sólo disparo entre los tres palos.
Un dato muy llamativo en la mejora del Real Oviedo. El equipo echa el cerrojo y los puntos comienzan a llegar.