El partido de ida en El Molinón tuvo un gran nombre propio, sobre todo para el Real Oviedo. José Verdú, Toché, puso la igualada en los últimos minutos, llevando al delirio a los aficionados carbayones y otorgando además a la historia azul una celebración simbólica. No era la primera vez que marcaba el delantero en un partido de máxima rivalidad, de hecho es algo a lo que está acostumbrado.
Porque a lo largo de su dilatada carrera lo ha hecho en numerosas ocasiones. Su primer gol en un derbi fue siendo joven, cuando en la temporada 2002/2003, en Segunda B, anotaba con el filial del Atlético ante el Real Madrid Castilla, con 19 años de edad. El gol blanco, por cierto, lo anotó otro jugador con vinculación azul como Luis García.
Sus estancias en Numancia, Hércules y Valladolid en Segunda le impidieron continuar ampliando esos registros, pero en cuanto se le presentó la oportunidad, en el Cartagena, lo volvió a hacer. En la temporada 2009/2010, contra el Murcia, en el partido de máxima rivalidad de la región y con ambos equipos en Segunda, Toché anotó un tanto en la ida y dos en la vuelta.
Solamente durante su estancia en el Deportivo se quedó sin marcarle al Celta y es que solamente jugó cinco minutos ese derbi en su segunda temporada en tierras gallegas. Quitando esa experiencia, Toché ha anotado ante todos los máximos rivales de los equipos en los que ha jugado.
Más allá de nuestras fronteras también siguió con ese idilio. En su estancia en el Panathinaikos consiguió marcarle al eterno rival en uno de los derbis más calientes del planeta; al Olympiacos. También lo hizo ante otro equipo de la ciudad, como el AEK de Atenas.
Si a eso se le une, volviendo a la actualidad, el gol en la ida en El Molinón, el balance es de siete goles anotados en derbis, algo que demuestra su evidente olfato goleador y su manera de aparecer en los partidos grandes. El de este domingo es un partido con este cartel y los aficionados carbayones confían en Toché como su referencia goleadora sobre el césped.